Málaga

Narcos captan a familias en Málaga para cultivar marihuana en sus viviendas

  • El beneficio que los particulares consiguen ofreciendo sus casas, unos 2.000 euros, dista de los 150.000 que las bandas criminales se embolsan con tres cosechas al año

Marihuana oculta en amoniaco en la última operación

Marihuana oculta en amoniaco en la última operación / Policía Nacional de Málaga

No se asemejan a Sito Miñanco, no tocan la cocaína ni el hachís y pocos sospecharían que se han convertido en narcos de la marihuana. Son los nuevos ‘guardianes’ de la droga –muchos, de reputación intachable– que han acabado en manos de bandas criminales, a las que ofrecen sus casas para transformarlas en guarderías a cambio de 2.000 o 3.000 euros, muy lejos de los 150.000 que las mafias se embolsan cada año. Pero el negocio, aun así, les resulta rentable.

El fenómeno no ha pasado desapercibido para la Policía, que ha intensificado la lucha contra la fiebre del oro verde dado el crecimiento exponencial que el negocio ha experimentado en la provincia de Málaga. En una entrevista con este periódico, el inspector Fernando Moreno, jefe del grupo I de Policía Judicial de la Comisaría Norte de Palma-Palmilla, advierte que los investigadores están detectando cómo estas organizaciones “captan cuidadores” y les facilitan los medios materiales necesarios para cultivar la sustancia. “Son el cabeza de turco, el testaferro, el hombre o mujer de paja que se encarga de cuidar las plantas. Un entendido de la banda le explica cómo tiene que hacerlo”, detalla. El paso siguiente es segar la marihuana y ponerla a salvo. “La organización se lleva los cogollos, le paga al que ha puesto la casa y la Policía, cuando entra, lo detiene e interviene todos los medios técnicos que encuentra”, precisa.

El uso de viviendas como viveros de cannabis no solo tiene como protagonistas a camellos ya habituales en el trapicheo de maría casera o chocolate culero. El responsable policial recalca que cualquiera –también empresarios fracasados– decide ya arriesgar al vislumbrar en el narco la posibilidad de conseguir “dinero fácil”. “Las familias con problemas para llegar a final de mes que ofrecen su domicilio para el cultivo de marihuana son ya cientos”, señala.

Asimismo, explica que se ha constatado que particulares tienen en propiedad o alquiler un piso o habitación para albergar 50 o 100 plantas, cuyo espacio ocupado es muy reducido. La sustancia que se cultiva en la Costa del Sol –y que demanda el norte de Europa– “es de calidad” y el rendimiento, además, muy positivo, gracias al clima y a la inversión, que resulta relativamente escasa. “Aquí el producto tiene salida. No hay que complicarse la vida”, sostiene el investigador.

La marihuana ha instaurado ya un nuevo sector económico y se torna en una industria delictiva emergente. “El delincuente se fija donde hay realmente un beneficio económico”, añade el policía. Las bandas del narco se embolsan hasta 150.000 euros anualmente. “De una planta se pueden obtener unos 100 gramos de cogollo de marihuana. El precio de cada uno es de 5,04 euros y se pueden obtener tres cosechas al año. Hablamos de mucho dinero”, destaca.

Empresarios también deciden arriesgar al ver en el narco la posibilidad de lograr "dinero fácil"

La Fiscalía Superior de Andalucía ya alertó en su última memoria que la producción del cannabis en Andalucía es “imparable”. Fernando Bentabol, el fiscal antidroga de de Málaga, atestigua que la sustancia tiene “muy fácil salida con el sistema de viajes relámpagos”. “Cargan un coche y lo ponen en la frontera en ocho horas. Tampoco la Policía tiene medios suficientes para controlar cualquier plantación”, remacha. En el caso de la Comisaría Norte de Málaga, el jefe apunta que la plantilla necesitaría un refuerzo del 20% para asumir las investigaciones, no solo relacionadas con el narcotráfico sino también con estafas, robos y amenazas.

Los distribuidores, Holanda y Gran Bretaña

Los mayores distribuidores del cannabis son Holanda y Gran Bretaña. En Andalucía, Almería es la provincia que se mantiene en el candelero por su elevada cifra de invernaderos que permiten ocultar la droga. “Los traficantes tienen la infraestructura que permite convertir un sembrado de tomates en otro de maría sin que se note”, apunta el experto, que considera a Málaga “punto de tránsito y distribución”, entre otros, a través de vehículos caleteados –esto es, con agujeros practicados adrede para guardarla–.

El suculento negocio de la marihuana, según las estimaciones de expertos, prevé mover en 2025 hasta 5.000 millones en España. Alrededor de ese cuerno de la abundancia se está creando una industria que en cinco años ha pasado de la ilegalidad y las rastas a entrar en el debate de la legalización. Al respecto, al jefe del Grupo I de Policía Judicial de la Comisaría Norte abogaría por un “control exhaustivo por parte del Estado” en caso de que se diera luz verde a todos los usos del cannabis, incluyendo la despenalización de los porros, su venta y producción, aunque se muestra convencido de que esta legalización supondría “un mayor consumo”. “No quisiera que mis hijos ni las personas a las que quiero consumieran esta sustancia, que puede afectar a alguna enfermedad que se activa cuando la consumen”, asevera.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios