Durante unas semanas, el ambiente en la barriada de Palma-Palmilla ha permanecido tranquilo. Pero este martes volvieron las detonaciones. De momento, no consta que ninguna persona resultase herida. Y es que, según fuentes cercanas, lanzar disparos al aire suele ser una práctica habitual entre los miembros de los clanes para marcar territorio.

Un vecino llamó al servicio de Emergencias 112 Andalucía para alertar de que "se estaba organizando una pelea" entre la zona de La Palma y La Virreina. Más tarde, sobre las 21:18, el centro coordinador recibió un aviso de otro residente en La Palmilla, que aseguraba estar escuchando tiros próximos a la calle Guadalbullón.

De inmediato, se requirieron efectivos de la Policía Nacional, que se desplazaron hasta el lugar de los hechos. Sin embargo, a su llegada, el escenario era de "absoluta normalidad", según indicaron los agentes al 112. Ni rastro de pelea, heridos o casquillos en la calzada, han asegurado fuentes policiales. 

Si bien, el concejal del distrito Palma-Palmilla, Francisco Pomares, ha confirmado a este periódico que se produjo un tiroteo en la zona y que habrían sido los miembros de un clan de la barriada -que se encuentran enfrentados con los integrantes de otras familia- los que habrían lanzados tiros al aire con el objetivo de "marcar territorio". Además, ha asegurado que la semana pasada también se produjo un episodio similar protagonizado supuestamente por las mismas personas.

El origen de la disputa entre ambos clanes se remonta a enero cuando un joven "conocido" en el barrio fue víctima de una paliza en la que, incluso, llegó a recibir una puñada. Los agresores, según fuentes cercanas, fueron presuntamente los miembros de otra familia de La Palmilla por motivos que se desconoce. En ese momento, muchos vecinos de la zona se posicionaron a favor de la víctima y los supuestos atacantes respondieron "exhibiendo sus armas" y lanzando disparos al aire en ráfaga. 

Esos hechos, que ocurrieron en la calle Deva poco después de las 19:00 y que alertaron a gran parte de la barriada, movilizaron a un amplio dispositivo de policías, que recogieron cerca de una quincena de vainas. En este caso, tras la llegada de los agentes, los implicados también habían huido y no se encontraron personas heridas. 

Desde entonces, la tensión entre ambas familias ha continuado. De hecho, a finales de febrero, hubo otra reyerta con una decena de implicados. Puñaladas, golpes con palos de madera de grandes dimensiones y disparos que se saldaron con tres mujeres hospitalizadas por heridas de arma blanca. Por este enfrentamiento, la Policía Nacional detuvo a dos personas por su presunta participación en los hechos.

Aunque los miembros del clan que presuntamente agredieron al joven de otra familia de La Palmilla se marcharon de la barriada durante un tiempo, han vuelto y se han encargado de que sus adversarios lo sepan. Como si se tratasen de bandas latinas, muchos de estos clanes también tienen sus propias gestos para intimidar al enemigo o marcar territorio. 

"No puede ser que aquí la forma de mostrar poderío sea mediante la compra de armas de gran calibre porque adquirirlas y tenerlas es un delito", ha denunciado el concejal del distrito, Francisco Pomares, al tiempo que ha pedido "una mayor contundencia en la presencia y en las actuaciones de la Policía Nacional para desarmar el barrio", pues "tenemos que defender al 99% de la población que vive en La Palmilla", ha defendido.