Málaga

El Obispado retira las licencias ministeriales al sacerdote detenido en Málaga tras hacerse público el caso

El cura detenido por presuntos abusos sexuales a varias mujeres.

El cura detenido por presuntos abusos sexuales a varias mujeres. / OBJETIVO PASIÓN

Las licencias ministeriales del párroco detenido por presunta agresión sexual a varias mujeres fueron retiradas este lunes después de la difusión mediática del caso, a pesar de que la detención y el registro de la vivienda del investigado se produjo hace más de dos semanas, momento a partir del cual dejó de oficiar misa en las localidades malagueñas de Yunquera y El Burgo. Él mismo aseguró a los feligreses que se tenía que ausentar por motivos personales. 

Bien es sabido que en la iglesia católica el celibato es obligatorio. Se trata de una condición sine qua non para poder ser cura. Francisco Javier C. no lo cumplió. Su pareja no pudo con el "pecado" y terminó confesando. Reconoció a la vicaría de Melilla que mantenía una relación sentimental con el párroco de la iglesia de Santa María de Micaela, en la ciudad autónoma, donde ambos además residían juntos. Era principios de año. Al poco tiempo, el sacerdote fue trasladado a Málaga. El Obispado insiste en que los motivos de su salida fueron "problemas de salud".

Meses más tarde, en agosto, la entonces pareja de Francisco encontró en la vivienda del inmueble que compartían en Melilla un disco duro. Lo abrió sin presagiar lo que encontraría en su interior. En un primer momento, encontró varias carpetas nombradas con una sola letras. Al entrar en ellas, encontró el horror. Mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante siendo supuestamente agredidas sexualmente por el que había sido su pareja. 

Entonces se dirigió de nuevo a la Diócesis para explicar lo hallado, que le aconsejó que se dirigiera a la Comisaría de Policía Nacional para denunciar los hechos. Así lo hizo. Presentó una denuncia y en ese momento comenzó la investigación. El Obispado asegura que, a pesar de que la joven informó de las fotografías y vídeos encontrados, "ningún sacerdote los había podido ver". Relatan que los agentes pidieron información y se les facilitó pero no tenían "confirmación oficial de los hechos de los que se les acusaba". 

Por su parte, el Obispado asegura que se trata del "primer interesado en que se sepa toda la verdad". La portavoz de la Diócesis malagueña, Antonio Moreno, ha pedido en declaraciones a Europa Press que se investigue "hasta el final" lo ocurrido y ha mandado un mensaje "de apoyo más cercano a las víctimas, con las que nos sentimos profundamente comprometido. También ha manifestado "el dolor que siente toda la comunidad cristiana malagueña".

Moreno ha apuntado "se ha comentado que nosotros -el Obispado- desde el mes de enero conocíamos la existencia de estos vídeos, que son delitos, claro, que son unos vídeos grabados ilegalmente, y eso es totalmente falso". Al respecto, ha señalado que "en ese momento se conocía la relación que tenía ella con este sacerdote, pero no conocíamos la existencia de esos vídeos".

Así, ha explicado que fue posteriormente, ya cerca del verano, cuando la mujer acudió a los sacerdotes a decir que había encontrado estos vídeos "y entonces nosotros fuimos los primeros que le dejamos claro que lo que tenía que hacer era ir a la Policía Nacional y denunciarlo".

En este punto, ha asegurado que el Obispado no tenía los vídeos; "no teníamos la prueba por lo que no podíamos hacer nada, ni ejercer ninguna otra medida más que decirle que fuera a la Policía", añadiendo que "nos hemos puesto a disposición de ellos, por supuesto, porque somos los primeros interesados en que se sepa toda la verdad, y por eso pensamos que era la Policía la que tenía que iniciar esa investigación".

Moreno ha señalado que hasta ahora no han tenido confirmación de todo el contenido concreto de esta investigación y en este momento se han tomado medidas de tipo disciplinario; es decir, "ya se le ha retirado al sacerdote las licencias ministeriales, que es el primer paso para un proceso canónico que vendría más adelante, ya cuando se confirmara todo y cuando se vieran todas las cosas en claro".

Respecto al traslado del sacerdote desde Melilla -donde supuestamente tenía esa pareja sentimental- a Málaga el pasado mes de enero, ha explicado que las razones que se argumentaron para el mismo fueron por causa de salud. El cura había estado destinado recientemente en los municipios malagueños de El Burgo y Yunquera, y con anterioridad, en Carratraca y Ardales, también en la provincia de Málaga.

Moreno ha esperado que "el mal que ha causado uno, no empañe la labor de tanta gente como sigue trabajando por los demás. El mensaje de amor que nosotros tratamos de trasladar a toda la sociedad, en este caso se ha visto roto porque cuando hay abuso no hay amor, cuando hay mentiras no hay amor".

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