Ómicron frustra las expectativas del comercio de Málaga en Navidad
Las ventas se quedan casi un 15% por debajo de las de 2019, según la Cámara de Comercio, cuando la previsión era igualarlas
Pese todo, en líneas generales no ha sido una campaña mala por el adelanto de las compras y la intensificación de la compra 'on line'
Incertidumbre ante la campaña de juguetes en Málaga por la crisis de suministros
Cada uno cuenta la Navidad según le va, y habrá en el comercio malagueño a quien le haya ido mejor y peor. Pero lo que parece claro es que en líneas generales las expectativas de igualar el nivel de ventas de 2019 -o en el peor de los casos estar un poco por debajo- no se han cumplido.
Sergio Cuberos, presidente de la Cámara de Comercio de Málaga y de la cadena de supermercados Maskom, afirma que la campaña "por supuesto que ha sido mejor que la del 20 (cuando, recordemos, había toque de queda) pero nos hemos quedado casi un 15% por debajo de las cifras que tuvimos hace dos años". El directivo explica que todo comenzó con un 'Black Friday' muy animado y siguió así hasta que llegó Ómicron, la nueva variante del coronavirus. "A partir de entonces la gente se ha reservado, los centros comerciales han estado menos llenos y han ido sobre todo a comprar solo lo más necesario, sobre todo textil, y cubrir el expediente con algunos regalos", dice.
El presidente de la asociación Málaga Comercio, Salvador Pérez, coincide en que -salvo quizás casos puntuales- no se ha llegado aún a las cifras de 2019, pero no lo ve necesariamente como algo malo. "Estamos satisfechos -afirma-; respecto al año pasado sí hay un tirón en el empleo y en la facturación". Y añade: "Con la que está cayendo es muy reseñable que haya habido el movimiento que ha habido; creo que estamos perdiendo el miedo, que no el respeto, a entrar en las tiendas". Pérez cree que, además del factor Ómicron -que no ha sido tan importante porque ya mucha gente había adelantado las compras- el hecho de no estar aún en la cota de 2019 tiene que ver con el turismo, aun lejos de las cifras de récord del año pasado.
El sector juguetero tradicional, el que peor lo ha pasado
El problema para Juguetes Carrión no es Ómicron ni recuperar el nivel de 2019, sino cómo resistir en un contexto muy complicado. "Ya 2019 fue malo, en dos semanas solo hubo cuatro días buenos", dice Arturo García Carrión, que alude al hecho de que cada vez hay menos niños y los que hay ya no quieren tanto juguetes tradicionales como tecnologías. Y está Amazon, "que está destrozando el mercado por debajo de nuestro coste". "Nosotros tenemos tienda 'on line', y ha crecido, sí, pero no lo suficiente como para compensar la caída de lo físico", dice, y añade que "se está invirtiendo en ella (en la tienda 'on line'), en mejorarla, en publicidad, pero es complicado...". Este año, además de Ómicron Juguetes Carrión ha tenido el problema de los suministros. Así, por ejemplo, los proveedores "han servido poquísimos 'pokemon' y lo poco que llegaba se han vendido; lo único que nos queda ahora es una colección de estampitas. No podíamos ni pedir, ellos decidían lo que mandaban y cuándo lo mandaban; y eso ha pasado con muchos, con muchísimos productos. En 2023 cumplimos 70 años de historia y jamás nos había pasado esto". Pese a todos los inconvenientes, Juguetes Carrión sigue luchando, esta Navidad con precios más baratos. "Nosotros hacemos las rebajas en Navidad; y bajamos los precios, aunque la gente no se lo crea", concluye.
Por sectores, Cuberos asegura que al sector textil "no le ha ido mal", porque "mucha gente no había comprado apenas el año pasado y ha tenido que reponer cosas que se quedaban antiguas". El sector tecnológico, continúa, ha estado aquejado por los problemas de suministros y el juguetero quizás es el que lo ha pasado peor, más por razones estructurales que por la propia pandemia, que también.
Ómicron -y no solo Ómicron, también la pandemia en general- ha intensificado aún más la venta 'on line' estas Navidades, incluso en sectores donde se podría haber pensado que no tendría impacto alguno. Un ejemplo es el de Calzados Gody, con ocho tiendas en la provincia de Málaga. Su responsable, Rafael González dice que si en las Navidades del año pasado este segmento representaba entre el 5% y el 7% de la facturación, ahora asciende a entre el 10 y el 12%. María del Mar Santiago, de otro clásico malagueño, Centro Moda, asegura "nunca había enviado el producto tanto a casa como este año". Y admite que el 'on line' ya representa una parte "importante" de las ventas de la tienda, que, recordemos, está especializada en un público maduro y mayor "que tiene servicio de modista y en el que normalmente se hacen arreglos cuando se realiza una compra". Santiago agradece al Ayuntamiento la iniciativa de sufragar una parte del coste logístico de las entregas y Rafael González aclara que la venta virtual crece, y bastante, pero no compensa ni mucho menos el bajón del 'off line'.
Estabilidad en la alimentación y posible nueva subida de precios en enero
En el sector alimentario, "no ha habido grandes diferencias respecto al año pasado" en las fiestas navideñas, afirma Sergio Cuberos, presidente de Maskom Lo que sí puede ser distinto, añade, es el mes de enero, que puede traer "repuntes de precios fuertes por parte de los fabricantes". "Han ido aguantando (los proveedores), sobre todo en productos básicos, pero estos van a seguir subiendo". Eso sí, Cuberos aspira a que ese alza sea "controlada", que no se vaya de mano "ni a nosotros ni a los fabricantes", porque al final venderíamos menos". Además, la idea es repercutir solo el aumento del coste de la materia prima y no el alza de la electricidad y los carburantes. "Esperemos que el aumento de los costes energéticos pare y no termine repercutiendo también en el precio de los productos", concluye.
La responsable de Centro Moda asegura que no sabe "si es Ómicron", pero ve las Navidades comerciales "cada vez peores" en cuando a afluencia a la tienda. "El centro es cada vez más un parque de atracciones y nosotros tenemos más ventas cuando no hay luces; cuando se ponen, al cortarse el tráfico... Nuestra clientela es muy fiel, viene gente de fuera de Málaga y en estas fechas evita las calles con mucha afluencia. Y ahora más que nunca".
Rafael González y María del Mar Santiago admiten que la Navidad ha sido mejor que la de 2020, pero eso, en realidad, no era difícil. "Yo el año pasado no lo cuento, es como si hubiésemos estado cerrados -dice Santiago-, incluso teníamos a gente en ERTE". Afirma que para ella solo ha sido realmente bueno este año el periodo mayo-octubre y que no sabe "en qué año" va a recuperar las ventas de 2019. Tampoco está ahí González, que reconoce en cualquier caso que "mes a mes las diferencias van siendo menores". "Diciembre, en realidad, no ha sido malo pero imagino que sin Ómicron hubiera sido mejor. Parece que sí, que ha afectado. El comercio está muy vinculado al ocio a la hostelería. Si la gente sale compra; si no, no compra".
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