Oviedo distingue la labor de Esteve en el estudio de los problemas educativos

El catedrático de Teoría de la Educación de la UMA será investido mañana doctor honoris causa de la institución asturiana

José Manuel Esteve, en su despacho en casa, el pasado martes.
Encarna Maldonado / Málaga

11 de junio 2009 - 01:00

El catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad de Málaga José Manuel Esteve será investido mañana doctor honoris causa de la Universidad de Oviedo. La institución asturiana reconoce con este nombramiento la trayectoria del catedrático malagueño, que fue pionero en Europa en el estudio y la investigación de la figura del profesor y su evolución tras la llegada de nuevos acontecimientos sociales a la escuela al ampliarse la educación obligatoria a la totalidad de la población, y por tanto, dejar de ser una cuestión de élites.

José Manuel Esteve ha confesado a este periódico que como cualquier humano alguna vez había fantaseado con "ganar una quiniela o incluso ser presidente de Gobierno", pero no con un honoris causa "por el trabajo desarrollado durante 36 años como profesor y 23 de catedrático".

Prácticamente desde los años 70 se ha preocupado por la figura del profesor y su evolución. De hecho, fue uno de los primeros investigadores en percibir que el prestigio social del maestro se había derrumbado. Inicialmente lo analizó como un fenómeno individual. Es decir, partía de la hipótesis de que afectaba a las personalidades más frágiles y vulnerables. Ya en 1979 pudo descubrir que la visión idealizada de la profesión docente no sólo se había resquebrajado en España, sino que era un problema que afectaba al conjunto del sistema educativo europeo.

Pocos años después abandonó el enfoque científico de enmarcar las reacciones individuales ante los problemas de la enseñanza para estudiarlas como una consecuencia del cambio social experimentado en Europa occidental. De esta forma descubrió, por ejemplo, la importancia que tiene el modelo profesional que el estudiante interioriza durante su etapa formativa.

En este sentido, José Manuel Esteve precisa que "los profesores españoles reciben una excelente formación, superior a la de los países de nuestro entorno, respecto a su formación científica y académica, pero apenas reciben formación sobre las destrezas sociales que necesitan para sobrevivir en unas aulas difíciles".

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