Los grupos de la oposición municipal en el Ayuntamiento de Málaga ha sido incapaces esta mañana de alcanzar un acuerdo mediante el que poner en jaque el proyecto residencial de los terrenos de Repsol. La advertencia sobre las consecuencias económicas que podría tener para el Consistorio y la generación de una situación de “inseguridad jurídica” ante potenciales inversores acabó por deluir el supuesto consenso entre PSOE, Málaga para la Gente, Málaga Ahora y Ciudadanos en el sentido de defender la reserva de esta parcela únicamente para un parque urbano.

Frente a ello, el equipo de gobierno del PP ha podido mantener intacto el planteamiento recogido en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), con cuatro grandes torres y una zona verde de cerca de 70.000 metros cuadrados. El acuerdo de todos los grupos sí ha permitido avanzar en la línea de participar activamente en el análisis del plan de urbanización del sector, pendiente de ser aprobado, para tratar de mejorar las condiciones y superficie del parque. Ha quedado rechazada la petición para la obtención de los suelos actualmente en manos del 'banco malo', la Sareb, con los votos en contra del PP y Ciudadanos.

El principal argumento empleado por Pomares para oponerse a esta propuesta es el coste económico que supondría para las arcas municipales esta operación, llegando a cifrarlo en unos 70 millones de euros. Al tiempo, ha subrayado que la construcción del parque, con una inversión de unos 8 millones, podría arrancar “muy pronto” y correspondería a la Sareb.