Málaga

Pacientes de La Luz, en Málaga: "Nunca había ocurrido que se suspendieran todas las citas por falta de médicos"

Cartel puesto el miércoles en el centro de salud de La Luz.

Cartel puesto el miércoles en el centro de salud de La Luz. / Javier Albiñana

Un día después de que se suspendieran todas las citas programadas en el centro de salud de La Luz por falta de médicos, Salvador González salía tras una consulta con su facultativo de cabecera por la que esperó casi dos semanas. "Me enteré porque mi mujer vino este miércoles por el parte de baja y la tuvieron que atender como no demorable. Llevo en el barrio desde chiquitillo y nunca había ocurrido que se suspendieran todas las citas por falta de médicos", afirmaba con rotundidad. Comentaba que en La Luz, un barrio populoso de Carretera de Cádiz con una renta media tirando a baja, pocos vecinos deben contar con sanidad privada. Él no la tiene. "Así que si falla la sanidad pública, al cementerio", bromeaba. 

Según la Delegación de Salud, tras una serie de bajas imprevistas ocurridas el miércoles, la situación se normalizó ese mismo día por la tarde. Unas trabajadoras del ambulatorio que salían a desayunar este jueves confirmaban que ya se habían retomado las citas programadas. No obstante, la "normalidad" aludía a una plantilla médica mermada por dos jubilaciones, una baja maternal y otras dos por enfermedad no cubiertas.

Sobre las 10:00 de la mañana de este jueves, Francisco Espejo acudía al centro de salud porque el día anterior tenía una cita telefónica y nadie lo llamó. Le dieron otra para el lunes. Es uno de los afectados por la falta de sustitución de una jubilación. Su médico era Antonio O. "Se jubiló hace como un año y aún no tengo asignado un médico de cabecera. Nos mandan como si fuéramos pelotas, de uno a otro; algo que es un error, un sinsentido ¿Cómo se puede jubilar un médico, que pase tanto tiempo y no sea sustituido?", reflexionaba. Se definía como "un jubilado normal, con una pequeña pensión, que necesita de la sanidad pública, como la mayor parte de los vecinos de la barriada, porque aquí dudo que haya muchos capitalistas". Insistía en que el sistema público "tiene buenos médicos", pero lamentaba las "excesivas demoras" para un especialista

Dolores Gallego también se quejaba de que no han sustituido a su facultativo de familia, Antonio R. "Pusieron un suplente y ahora hay otro suplente. Así que no tengo 'mi' médico de cabecera. Cada vez que vengo hay uno nuevo y tengo que explicarle todo de nuevo. Puede ser lógico que tarden un tiempo en sustituir una jubilación, pero no veo bien que después de casi un año no lo hayan reemplazado", afirmaba. Además, opinaba que suele haber "demasiada demora" para ver al médico en el centro de salud. Contaba que hace poco tuvo un dolor y optó por acudir a un facultativo de pago para que la viera y le hiciera una serie de pruebas.

Otro hombre salía con prisa del centro de salud y aunque rehuía las preguntas y no daba su nombre, afirmaba categórico: "Esto siempre va con mucha demora". A él, aseguraba, este jueves le habían dado cita para el 5 de diciembre.   

Antonio Martínez, de 76 años, también es usuario del ambulatorio de La Luz. Es de los afortunados; su facultativo de familia es "el de toda la vida". De hecho, él y su médico de cabecera han envejecido juntos. "Yo soy más viejo que él", se reía. Contaba que siempre le atiende él, salvo cuando está de vacaciones. "Pero hay muchos pacientes que van rotando de médico, algo que es malo porque cuando tienes uno de cabecera ya te conoce", acotaba. Como otros usuarios, se quejaba de las demoras para ser atendido por un especialista. Precisaba que, con un estrechamiento en una carótida (que son las arterias que transportan la sangre a la cabeza), lleva más de un año pendiente de la cita con el neurólogo. "Al ritmo que va, me muero y no me ven... Tiene guasa la cosa", ironizaba, medio en broma y mucho en serio.           

Tras la noticia de la suspensión de todas las citas médicas del día anterior, a media mañana, un cámara de TV grababa imágenes ante el ambulatorio. Al cabo de un rato, éste se marchó, volvieron las trabajadoras del desayuno y los usuarios continuaron entrando y saliendo en el fluir de todos los días. El centro de salud había recuperado la normalidad; una normalidad que incluye jubilaciones, bajas maternales y otras por enfermedad sin cubrir...  

   

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