Padres demandan una valla en el colegio Picasso para proteger el patio

Hace cinco años se quitó la chapa perimetral tras la protesta de los vecinos Los alumnos quedan "al descubierto" durante el recreo

Una madre se asoma desde el interior del centro al pasaje.
Una madre se asoma desde el interior del centro al pasaje.
Cristina Fernández Málaga

16 de enero 2016 - 01:00

Unos 450 niños de entre 6 y 12 años del colegio de Primaria Pablo Ruiz Picasso juegan en el recreo, hacen deporte y pasan sus ratos libres en un patio delimitado por unos barrotes que, en una parte del perímetro, están a menos de dos metros de unos bloques de viviendas, junto a la calle Pintor José Gatner. Con más de un palmo de separación entre los hierros, se puede observar desde fuera la actividad del interior. Pero no sólo eso. En la pequeña jardinera de dentro se han encontrado tiradas botellas, cigarrillos, porros e, incluso, pastillas que confundieron con estupefacientes. Es más, como ayer protestaban algunos padres, un niño delgado podría escabullirse entre los barrotes situados junto al pasaje. Las familias y la comunidad educativa del centro piden que se coloque algún material que proteja la intimidad de los menores y les aporte seguridad. Ayer, llevaron su protesta a la puerta del centro con una concentración.

Hace nueve años se cerró el patio con una chapa colocada por el Ayuntamiento. Pero los vecinos se quejaban del enorme calor que desprendía este material y, tras una sentencia judicial a su favor, el Ayuntamiento retiró esta protección. Desde hace cinco cursos los niños "están expuestos", dicen los padres. Se ha pedido tanto a la Junta de Andalucía como al Ayuntamiento la solución a los 60 metros de valla que les preocupa y aseguran que cada administración les ha dicho que no es de su competencia. "Pedimos una solución y desde Urbanismo nos presupuestaron en 6.000 euros lo que costaría colocar una chapa microperforada, pero la Junta de Distrito nos dijo que no podía asumir este coste", explicó ayer Amparo Samper, madre y delegada de clase. "Desde el Ayuntamiento dicen que es cosa de la Junta y Educación considera que no es obra nueva y, por tanto, no le compete", agrega Alicia Mayorga, otra delegada de clase.

"Y en este nudo gordiano nos encontramos", comentó ayer Alfonso Cantos, director del colegio Picasso. "El perímetro está a menos de medio metro del suelo y el seto no está nada poblado, después de los periodos vacacionales las limpiadoras encuentran de todo, además de que un adulto podría llamar a un niño y hacerle una foto o pasarle algo extendiendo el brazo", explicó y subrayó que necesitarían instalar "un material que no de calor, que ofrezca a los niños la protección que queremos y que no moleste a los vecinos, no podemos tener a los niños vendidos".

También plantean retranquear el muro aunque suponga perder patio para hacerlo más alto o cualquier solución que les de tranquilidad. Los profesores alertan a niños y a padres de los peligros de acercarse a esa zona de la valla y, aunque la vigilancia es constante, quieren un arreglo definitivo al problema que arrastran desde hace un lustro.

stats