Paro por sorpresa del taxi en Málaga contra Uber y Cabify

En la capital varias paradas estaban vacías y el servicio se interrumpió en María Zambrano

Viajeros, ayer, en la estación María Zambrano.
Viajeros, ayer, en la estación María Zambrano. / Reportaje Gráfico: Leonor García
Leonor García

Málaga, 28 de julio 2018 - 01:45

El sector del taxi malagueño paró ayer por sorpresa su actividad desde las 18:00 como apoyo a la huelga protagonizada por sus compañeros de Barcelona contra Uber y Cabify. Sin previo aviso, el servicio prácticamente se interrumpió y los conductores se concentraron en algunos puntos clave de la capital como el aeropuerto de Málaga o la estación María Zambrano, donde llegaron a vivirse escenas de tensión. En este última zona, algunos trabajadores bloquearon la entrada de un vehículo de transporte con conductor. "Están cargando clientes delante de nuestras narices y no hay derecho", aseguraba anoche un taxista a este periódico. En Vialia el paro era absoluto y varias paradas del centro de Málaga estaba vacías como las de la Plaza de la Marina o la que está situada frente al Málaga Palacio. No obstante, en el aeropuerto, al cierre de esta edición, se recogía con normalidad a los viajeros pese a que ya había organizadas varias asambleas en las que se iba a decidir si secundaban el paro o no. Hasta cerca de 40 conductores se desplazaron al aeródromo en un primer momento para forzar un "paro total", situación que no se había decidido al cierre de esta edición.

La particularidad de este paro "solidario", como destacaban los trabajadores, es que no fue convocado por ninguna de las asociaciones del sector en Málaga, sino que prácticamente se consensuó entre los propios conductores de a pie, que desde hace unos meses se vienen quejando de la "competencia desleal" de las VTC. "Vamos a estar parados hasta que se solucione el problema", señalaba otro conductor. "Lo normal es que haya una licencia de VTC por cada 30 conductores, algo que en Málaga no se produce ni mucho menos", destacaba otro taxista. Otra de las reclamaciones del sector es que tanto Uber como Cabify "multiplican sus precios cuando hay demanda".

El sector ya convocó una huelga antes de la Feria del año pasado por el mismo motivo

Este nueva escalada de tensión en el transporte local se produce dos meses después del desembarco de Uber este verano en varios municipios de la Costa del Sol, con una flota de 200 vehículos con conductor en seis localidades. Tras los acontecimientos del año pasado, en el marco de la huelga del taxi en la Feria de la capital, la decisión de la multinacional de expandirse provocó la reacción del sector, que lejos de ser visceral, fue moderada en un primer momento. Ante lo que consideraban una "provocación", uno de los colectivos mayoritarios, Aumat, llamó a hacer frente al aumento de la competencia "con las mejoras y la modernización que ya se están implantando".

En mayo el Congreso de los Diputados convalidó el decreto del Gobierno con el que se buscaba blindar al sector del taxi ante el crecimiento de los VTC. De acuerdo con el contenido del mismo, la pretensión es lograr una proporción de un VTC por cada 30 taxis, parámetros que se incumplen de manera evidente en el momento actual. Málaga es una de las provincias con mayor desproporción, como queda constancia en los datos manejados por el Ministerio de Fomento, correspondientes a las autorizaciones para el transporte de viajeros. Según estos, se cuentan 2.620 licencias de taxis frente a 612 de VTC; lo que supone una proporción de 4 a 1. Para cumplir el límite de 30 a 1 el número de VTC tendría que bajar a unos 86.

En números absolutos, solo Madrid, con 3.542, y Barcelona, con 923, tienen más autorizaciones de coches de alquiler con conductor. Si bien la proporción con respecto a sus flotas de taxi es algo superior en la provincia madrileña, 4,3 taxis por cada VTC y muy superior en Barcelona, con 11 taxis por cada VTC.

Sin embargo, la previsión, manejada incluso por Uber, es que la presencia de los coches con conductores no disminuya (la aplicación del decreto no es retroactiva) sino que aumente, toda vez que aún son muchas las licencias que fueron concedidas entre los años 2009 y 2015 que ahora están siendo validadas por los tribunales. La posición de la Junta de Andalucía es favorable a la aplicación del límite 1-30, pero vienen admitiendo diferencias en ciertos aspectos del decreto. Entre ellos, discrepan de que sólo se prohiba la transmisión de las licencias en un periodo de dos años, abogando por ampliarlo a 10 años. En el caso de Málaga capital, una de las acciones llevadas a cabo en los últimos meses en pro de incrementar el control sobre los vehículos de alquiler con conductor ha sido la formación de manos y agentes de la Policía Local sobre la normativa vigente.

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