Movilidad

Patinetes: en el punto de mira

  • Asociaciones defensoras de este medio de transporte se manifiestan este domingo en Málaga para denunciar la visión “errónea” de la DGT

Patinetes eléctricos aparcados en el centro de Málaga.

Patinetes eléctricos aparcados en el centro de Málaga. / Javier Albiñana (Málaga)

Los patinetes eléctricos han cambiando la movilidad urbana. La guerra que enfrenta a los detractores y a los partidarios de este medio de transporte lleva unos meses servida. Este domingo varias asociaciones de Vehículos de Movilidad de Personas (VMP), conocidos como patinetes, salen a la calle en una manifestación que se simultaneara en varias ciudades españolas, entre ellas Málaga. Las asociaciones de VMP critican que la propuesta de la Dirección General de Tráfico (DGT) hace “inviable” el uso de los mismos como una alternativa a los vehículos de motor, ya que prohíbe la mayoría de los modelos que actualmente se comercializan. Específicamente, aquellos que superen los 25 kilómetros por hora.

Según estas asociaciones, esta regulación parte del “desconocimiento” de la DGT y de su “visión errónea” sobre los patinetes, al plantear que sólo se utilizan para trayectos cortos, cuando, según explican sus usuarios, “la realidad es que la mayoría los usa como alternativa al coche para trayectos que superan los cinco kilómetros de distancia”.

Es el caso de Marta Núñez, una estudiante de la Facultad de Comercio que afirma haber optado en muchas ocasiones por este medio de transporte: “He utilizado el patinete para llegar hasta la Ampliación porque entre que la parada del autobús está lejos y que siempre voy con la hora justa...” Además, asegura que como el Metro no cuenta aún con un bono mensual, es “una de las mejores opciones para ir a clase”.

El Ayuntamiento afirmó estar elaborando una normativa que se prevé aprobar en octubre

Otros dos jóvenes, que confirman que son usuarios habituales de patinetes, cuentan que han ido desde la Catedral hasta los Baños del Carmen “en unos diez minutos”. Son malagueños y dicen estar a favor de estos dispositivos porque “es entretenido”, aunque entienden que haya discrepancias.

Desde la llegada de las empresas y, posteriormente, de sus usuarios, quienes en un principio colocaban los vehículos al libre albedrío por toda la capital, ha habido un aluvión de críticas por parte de ciudadanos y dirigentes políticos que han denunciado, principalmente, la invasión de la vía pública. No obstante, se ha convertido en una alternativa sostenible y económica si se compara con el uso del coche: generalmente el coste de los patinetes oscila en unos 0,15 euros al minuto, lo que supondría que un trayecto de 10 minutos cuesta aproximadamente de 1,50 euros. Si bien, la mayoría de las empresas cobran un euro por activar el dispositivo.

Una residente en la barriada de Puerta Blanca afirma que ha decidido desplazarse en patinete algunas noches desde el centro porque “se acaban los autobuses y no pienso aguantar 40 minutos esperando al N1 habiendo alternativas”. Por su parte, Pedro París es camarero en un bar del entorno de la Plaza de la Merced y principalmente llega desde Huelin en autobús, pero cuando lo pierde o va “con la hora justa” opta por el patinete porque, afirma, “es muy accesible, rápido y cómodo para llegar a mi lugar de trabajo y lo puedo dejar bien aparcado en la calle Victoria”.

Debido a las quejas, el Ayuntamiento ya ha demostrado en varias ocasiones su descontento y afirmó estar elaborando una ordenanza, que se prevé aprobar en octubre. Multas, quitar aparcamientos o exigir a las empresas que abran locales de atención al público son algunas de las medidas que se llevarían a cabo. En su momento, el concejal de Movilidad, José del Río, aseguró que el Ayuntamiento y la Policía Local “se van a poner muy duros con las empresas de patinetes”.

Actualmente hay ocho empresas y más de 1.400 dispositivos repartidos por toda la capital

Una estampa habitual en los lugares más emblemáticos de la capital es la de turistas montados en patinetes eléctricos. Es el caso de dos ingleses, Kayden y Lamar, que dicen utilizarlo para “ver más rápido toda la ciudad”. Son procedentes de la localidad de Rye y al preguntarle sobre la regulación de este medio de transporte en Reino Unido, aseguran que “no se puede ir por las aceras, aunque la gente lo hace” y que lo que más controla allí la Policía es “las medidas de seguridad como el uso del casco o los límites de la velocidad”.

En Málaga, hay actualmente ocho empresas y más de 1.400 dispositivos repartidos por toda la ciudad. Los partidarios de los patinetes abogan por la rapidez, sostenibilidad, accesibilidad, ahorro y entretenimiento. Mientras que los contrarios se acogen principalmente a cuestiones referidas a las imprudencias de los usuarios, como el abandono de los dispositivos en la vía pública o la velocidad que alcanzan los mismos.

Por ahora, los patinetes siguen en las calles y tomando cada vez más terreno. Aunque sucesos como el que se produjo el pasado domingo 15, cuando un individuo arrolló a una menor de dos años con un patinete en el Muelle Uno, hacen que se acreciente el rechazo a estos medios de transporte por parte de muchos residentes.

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