El Ayuntamiento de Málaga está “descontento y cabreado” con las empresas de patinetes eléctricos que han proliferado por la ciudad en los últimos meses y está elaborando una ordenanza “dura” que prevé aprobar en el pleno de octubre.

El principal punto de fricción es que, pese a que se han habilitado varios estacionamientos específicos en vías públicas, todavía se ven de forma constante patinetes tirados por las calles, entorpeciendo el paso de los peatones. Tampoco está autorizado circular por la almendra del centro histórico de Málaga por motivos de seguridad, pero aún así se puede observar cada día a conductores por esas calles en solitario o, incluso, con dos personas en un mismo aparato, algo que es cada vez más frecuente.

El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga, José del Río, ya adelantó el pasado 27 de agosto en este diario, que los responsables municipales estaban enfadados por este asunto y que planeaban “medidas drásticas”, aunque se estaba a la espera de una reunión con los directivos de las compañías. Ese encuentro ya ha tenido lugar y hay poco cambio. “Las empresas asumieron cierta responsabilidad y nos dijeron a Avelino Barrionuevo [concejal de Seguridad] y a mí que iban a contratar a personal para retirar los patinetes de las calles”, comenta Del Río.

José del Río, en el centro, junto a Miguel Ruiz y Manuel Díaz.

No obstante, la postura del Ayuntamiento se mantiene firme. “Le hemos manifestado claramente a las empresas que en el Ayuntamiento estamos muy descontentos y muy cabreados por la forma en la que están actuando. No estamos viendo una proactividad en la utilización de los patinetes ni que estén intentando eliminar aquellos que se quedan en la acera o fuera de los puntos de estacionamiento”, dice Del Río, quien lanza un mensaje claro: “la ordenanza va a ser dura y las empresas van a tener que implicarse mucho más si quieren seguir utilizando los patinetes en esta ciudad”.

La normativa está aún en fase de elaboración aunque, como ya adelantó este periódico, el Consistorio se plantea la posibilidad de quitar la zona de aparcamientos en las calles para los patinetes y que las empresas se busquen estacionamientos privados para su almacenamiento. Otra medida que se baraja incluir es exigir a las empresas que abran locales de atención al público para atender cualquier tipo de responsabilidad y que se garantice que los patinetes tienen las revisiones que sean necesarias. “No entendemos que un patinete esté fuera de su zona de estacionamiento más de 15 ó 20 minutos, que es lo que puede tardar una empresa en mandar a alguien a retirarlo de la calle. Si ese patinete se tira horas en la acera entendemos que la empresa no está haciendo bien su trabajo”, recalca Del Río.

Hay otro aspecto importante. En la almendra del centro histórico no se puede circular y el concejal recuerda ayer que “las empresas tienen que poner obligatoriamente un sistema que pare el patinete si va a entrar en esa zona excluida o que vaya a una velocidad muy reducida”. Por ahora, solo lo tienen cuatro firmas de la decena existente.

A partir de la entrada en vigor de la ordenanza se va a multar al conductor del patinete que acceda al Centro. La empresa, si demuestra que ha informado a ese cliente de que no puede circular por la zona excluida, podría librarse de la sanción, pero deberá poner ese sistema tecnológico que evite problemas. En cualquier caso, Del Río destaca que la Policía Local ya está multando a conductores de patinetes por ir a una velocidad excesiva en el Centro y en otros puntos de la capital y que se están cobrando a través de Gestrisam.