Con cacerolas y pitos, unas 500 personas según los datos de la Policía, ha recibido esta tarde a Pedro Sánchez en Málaga, frente a la Subdelegación del Gobierno, donde el presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE se reúne con el canciller alemán, Olaf Scholz. Ambos han entrado en coche por la puerta trasera de la sede.

Entre un amplio dispositivo policial, los manifestantes han lanzado gritos contra Sánchez y Puigdemont, además de corear lemas como "España no se vende" o "Sánchez, si tienes cojones convoca elecciones". Un ambiente tenso que se produce un día después de que PSOE y Junts firmaran el acuerdo que desbloquea la investidura.