La Policía Nacional investiga la explosión ocurrida la pasada madrugada en un lavadero de vehículos de San Pedro Alcántara, núcleo de población de Marbella, y su relación con otra ocurrida casi al mismo tiempo en la residencia del propietario de ese local, en Benahavís, y baraja como móvil un posible ajuste de cuentas. Los agentes fueron alertados de una explosión ocurrida a las 00:45 en una nave industrial situada en la calle Letonia de San Pedro de Alcántara que había ocasionado importantes daños materiales, según informaron ayer desde la Comisaría provincial.

Al llegar al lugar comprobaron que la nave presentaba daños tanto en la puerta como en su estructura y que estaban afectadas las naves colindantes y los vehículos aparcados en las inmediaciones. Según las primeras pesquisas, los daños tienen su origen en la explosión de un artefacto colocado en una arqueta junto a la entrada de la nave. Los investigadores trabajan para esclarecer si existe relación entre el responsable del negocio y su supuesta colaboración con la Policía sobre uno de los últimos crímenes registrados en Marbella. Asimismo, la Policía trata de determinar la posible relación de esta explosión con otra similar ocurrida "casi al mismo tiempo" en las inmediaciones de la vivienda del propietario de la nave, situada en Benahavís.

A comienzos de este mes, un grupo de encapuchados abordó a un hombre que cenaba en un restaurante en Estepona y tras un tiroteo y propinarle una paliza lo metieron en un coche. Dos horas después de ese secuestro, el cuerpo de un hombre apareció en los alrededores del Hospital Punta de Europa de Algeciras. Sin documentación alguna, la investigación policial logra identificarlo y constatar que es el secuestrado: el fallecido es Brian Martos Carmona, un condenado por narcotráfico residente en la localidad gaditana que habría sido víctima de un ajuste de cuentas según los primeros indicios.

La Policía Nacional investiga lo ocurrido a este hombre de 28 años de edad, cuyo cuerpo fue hallado con varias heridas de arma blanca en el rostro, cabeza y el costado derecho. Aunque según la autopsia, la causa de la muerte es otra: un tiro. El fallecido había aparecido sin documentación alguna en la calle Santa Teresa Jornet, hasta donde se desplazaron agentes de la Policía tras recibir una llamada a las 00:30.

Tras practicarle maniobras de reanimación sin éxito y certificar los servicios sanitarios su fallecimiento, los agentes activaron el protocolo por muertes violentas, por lo que se desplazaron hasta el lugar efectivos de la brigada de la Policía Científica para una primera inspección ocular y hacer una reseña del fallecido, que carecía de documentación. Pronto se sospechó que la muerte tenía relación con un suceso ocurrido horas antes en Málaga. A las 22:30 se había denunciado el tiroteo y posible secuestro de Estepona, en la avenida España. Testigos aseguraban que habían presenciado cómo un hombre que ceneba en un restaurante fue abordado por varios encapuchados.

El individuo salió corriendo, pero los asaltantes abrieron fuego y lo alcanzaron. La Policía tenía la matrícula del coche que se había llevado al hombre secuestrado y constató que el vehículo estaba domiciliado en Algeciras. Tras realizar una búsqueda, la Policía Local encontró el vehículo sospechoso aparcado en una calle de la ciudad.