Algo empieza a moverse al norte de la ronda este. La reactivación del interés del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, por poner sobre la mesa los terrenos localizados por encima de la autovía para promover equipamientos de interés general y posibles desarrollos residenciales de baja densidad, empieza a animar a los propietarios de estos espacios. Al menos de los que hace ahora una década impulsaron la urbanización Limonar Alto, que tras ser recogida en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de la ciudad fue rechazada de plano por la Junta de Andalucía, que decidió mantener el carácter de no urbanizable de estos suelos aduciendo un alto riesgo ambiental.

Varias fuentes conocedoras de este proyecto admitieron que desde el pasado verano este grupo de propietarios ha empezado a analizar la posibilidad de reactivar la actuación, decisión que cobra ahora si cabe más fuerza dado el interés no solo del Ayuntamiento sino también de la Junta de Andalucía por avanzar en esta línea. Muestra de este cambio de discurso en la Administración regional son los mensajes expresados esta última semana por el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, y la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro.

Mientras el primero afirmó de manera clara que desde la Junta se ha animado al alcalde a recuperar la idea de construir al norte de la ronda, defendiendo una "construcción moderada y de calidad", la segunda llegó a calificar de "justa y lógica" la reivindicación que en su día protagonizó el regidor, llegando incluso a denunciar "el agravio comparativo" que se cometió con la capital de la Costa del Sol al no permitírsele lo que sí se autorizó a otras localidades limítrofes.

A falta de una mayor concreción en los detalles y de que desde los privados se inicien contactos directos con las administraciones públicas, sí parece clara la necesidad de que la actuación futura se adecue al nuevo escenario. En este sentido, a tenor de lo explicado por De la Torre estos días, es clara la necesidad de que cuanto se pueda desarrollar en los terrenos por encima de la ronda este o en cualquier otro punto con características orográficas adecuadas, parte de una iniciativa que traiga consigo equipamientos de interés para la ciudad.

"Habrá zonas donde no será viable; pero donde esté cerca y podamos tener equipamientos que refuercen la capacidad de la ciudad, para dar más servicios a los vecinos y al área metropolitana, es bueno", afirmó el pasado miércoles, cuando incluso habló del interés por equipamientos educativos, sanitarios, centros de investigación, entre otros. Argumentos a los que ha añadido: "Si conseguimos más zonas verdes, el suelo de la vía perimetral, suelo para equipamientos y más suelos conectados...; lo que se haga debe permitir a la ciudad tener un plus, elementos de empuje, motores".

La apuesta del regidor por saltar la ronda es antigua en el tiempo. Los primeros borradores que sirvieron de base para la redacción del planeamiento actual ya apostaban de manera decidida por recalificar una importante extensión de terreno por encima de la autovía en la idea de permitir usos residenciales.