Puertos del Estado se ha opuesto a la declaración de La Farola como Bien de Interés Cultural (BIC) en el expediente abierto hace unos días por el Ministerio de Cultura. La razón, según explica el presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, Carlos Rubio, no tiene nada que ver con el proyecto de levantar una torre para hotel en las instalaciones portuarias, sino con otras cuestiones.

Rubio explica que, como norma general, Puertos del Estado se opone a cualquier declaración como Bien de Interés Cultural de un faro que esté operativo, como es el caso de La Farola. Afirma que a esta edificación "no le hace falta ninguna protección patrimonial adicional y la prueba es que está ahí, en perfecto estado". Al estar en funcionamiento, argumenta, el propio puerto se encarga de "tenerlo perfectamente mantenido".

Pero, añade, hay otra razón para esta oposición, y es que la declaración como BIC de La Farola dificultaría su función. "La principal función del faro es ayudar a la navegación marítima, la protección de la vida humana en el mar. La declaración BIC produciría rigideces en la operativa portuaria de la farola, ya que el mantenimiento, la reforma de los radares o del radiofaro, necesitarían unos permisos que dificultarían la inmediatez con la que hay que actuar", asegura Rubio.

Esta posición podría ser muy distinta si sale adelante la intención de Puertos del Estado de crear un nuevo faro y dar carpetazo al funcionamiento como tal de la Farola. Hace unos meses, la Comisión Nacional de Faros, a petición del Ayuntamiento de Málaga, dio luz verde a esta nueva edificación. El propio Carlos Rubio recordaba entonces que esta actuación está sobre la mesa desde hace 20 años y hasta se llegó a hacer el basamento. Y se justificaba en que “la Farola casi no se ve cuando navegas y te acercas a Málaga”, explica, señalando que su luz se confunde con la iluminación de la ciudad.

El máximo responsable del puerto malagueño desvincula esta oposición a la declaración como BIC de Puertos del Estado -que, recordemos, es el propietario de los terrenos donde se ubica La Farola y previsiblemente su posición tendrá fuerza en el expediente- del proyecto para levantar una torre hotelera en el mismo recinto. "Esa es una interpretación interesada -dice-; incluso si La Farola se declarara BIC eso no afectaría al proyecto, porque la torre estaría muy lejos, a 800 metros", concluye.

Recordemos que el pasado 4 de enero el Ministerio de Cultura publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la incoación de un expediente para declarar Bien de Interés Cultural la Farola de Málaga. En el texto del BOE se afirma que la Farola gozaría protección especial no solo en lo que se refiere a su edificio físico, sino también a su entorno visual.

Eso podría interpretarse como un riesgo para la viabilidad del hotel rascacielos. El expediente señala que la protección que se da a la Farola, en la categoría de monumento, abarca la parcela circular que la enmarca a modo de rotonda. Y añade que “más allá de esta delimitación física, es imprescindible el respeto por el entorno visual del faro”. Cultura basa su expediente en un informe de la Real Academia de la Historia, que justifica su declaración como BIC en que este faro posee un carácter emblemático en su función y arquitectura en el marco urbano de Málaga. Y en otro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que destaca el alto valor del monumento dentro de la historia de los faros españoles. Se recuerda también que según lo establecido en la Ley de Patrimonio Histórico Español, se “prohíbe toda construcción que altere el carácter de los monumentos declarados bien de interés cultural o perturbe su contemplación”.

En el caso de la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz el documento especifica que esto incluiría no solo a los inmuebles más cercanos, sino también a los “no colindantes o alejados”, lo que podría incluir al futuro hotel insertado en el Puerto de Málaga.