Málaga

La RAE alerta del mal uso del lenguaje en redes sociales

  • Los académicos Ignacio Bosque y José María Merino participan en un encuentro sobre el español en Málaga y avisan de que se está abreviando y empobreciendo el idioma

José María Merino e Ignacio Bosque en el congreso.

José María Merino e Ignacio Bosque en el congreso. / M. H. (Málaga)

Ignacio Bosque, titular de la silla t de la Real Academia Española (RAE), y José María Merino, ocupante de la silla m; vinieron ayer a Málaga con motivo del X Congreso para profesores de español que organiza Cervantes Escuela Internacional. En este encuentro mostraron su preocupación por el nivel de comprensión lectora de los jóvenes y por la influencia de las redes sociales en el empobrecimiento del idioma. “Una cosa que han traído las nuevas tecnologías es precisamente hacer un lenguaje, mucho más breve, utilizar menos palabras, creer además que lo bueno es poder decir mucho con pocas palabras. Cada palabra que perdemos nos deja más indefensos frente a la realidad”, incidió Merino.

Los académicos manifestaron su inquietud con la capacidad del sistema educativo de fijar bien el lenguaje por parte de los profesores. “Para mí la labor fundamental de los profesores de lengua es conseguir que sus alumnos vean la lengua como algo propio. Cuesta mucho, pero es el objetivo primordial”, indicó Bosque al respecto. “Algo que no sucedía hace veinte años es que un joven al leer un texto entienda las palabras sueltas, pero no sea capaz de armar el sentido del texto”, añadió con pesadumbre Ignacio Bosque.

En lo que a la lengua se refiere los académicos perciben que la gramática interesa poco a los hablantes. “No podemos pensar en una novela, en un cuento, en una obra de teatro, sin que esté detrás toda la estructura de la gramática, incluso para atacarla. O, a veces, para hacer juegos sombríos, pero es necesaria. La gramática no es una palabra, es una estructura”, aseguró Merino.

La gramática es la arquitectura del pensamiento. Hablamos con palabras, pensamos con palabras y hay mucho desinterés, por la lengua, como si no nos perteneciera”, añadió Bosque. Los académicos se mostraron descontentos con la percepción que parece haber sobre la RAE. “La gente piensa que igual que en el Congreso salen las normas de la sociedad en la que todos convivimos en la Academia se hacen las normas del idioma y no es verdad. La Academia no puede hacer normas, puede decir esta construcción tiene prestigio y la recomendamos o esta está desprestigiada y recomendamos que no se use”, señaló Bosque. A lo que añadió que la lengua no puede cambiarse artificialmente, ya que es de los hablantes.

“La lengua se modifica con el paso de la realidad, de los años. No se puede decir: desde hoy hay que decir x. Eso me parecía una utopía más bien inculta”, argumentó Merino. De ahí que la polémica en torno al lenguaje inclusivo les pueda cansar, “sólo vamos a pedir a la gente que lea el informe que hemos hecho sobre el tema. Es un informe muy detallado sobre el que se ha opinado sin haberlo leído, no se puede resumir en un tuit o en un titular”, apuntó Bosque. “Hecho por dos académicos y dos académicas”, quiso recalcar Merino.

Al ser preguntados sobre el uso de la -e para marcar el género neutro se mostraron claros: “Todo el mundo habla como quiere, en Argentina usan mucho les argentines para referirse a los y las argentinos. Pero en la Academia sospechamos que es algo que no va a triunfar”. No sólo ahondaron en aspectos negativos, tanto Bosque como Merino quisieron destacar la fuerza del español como idioma. “Somos cerca de 600 millones de hispanohablantes en el mundo y hemos aceptado neologismos de cosas que no incluíamos, muchas de ellas tecnológicas, pero el español goza de buena salud, tiene una gran variedad de sonidos, de modos de hablar y creo que está en buen momento”, aseguró Merino descartando que la influencia de los extranjerismos haga peligrar la buena salud del idioma.

Dentro del español quisieron desmentir que el andaluz esté denostado: “es una variedad del español como tantas otras. En cada zona es distinto y tiene rasgos diferentes”, afirmó Bosque. A esto añadió Merino que lo que sería un error sería olvidar que el andaluz es español. Porque lo que lo comunica y lo universaliza es precisamente su carácter de español. Seguramente el andaluz influyó mucho en las hablas americanas, el sonido americano es hijo del andaluz y del canario. Los académicos no quisieron dejar pasar la oportunidad de hacer un alegato a El Quijote, “hemos venido a este congreso en Málaga a hablar de la lengua y de El Quijote, que alguien tiene que hablar alguna vez de él”, remachó Merino ante la sonrisa cómplice de Bosque.

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