Reclaman abrir la pasarela-mirador de la Alcazaba, cerrada desde 2010
Municipal
Todos los grupos, incluido el PP, insisten en darle uso después de costar 600.000 euros y estar acabada desde hace un lustro.
El dudoso uso que ciertas administraciones han venido haciendo del dinero público volvió ayer a quedar patente. Todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Málaga, incluido el Partido Popular, acordaron ayer instar al equipo de gobierno a poner en servicio "a la mayor brevedad posible" una obra financiada con cargo al segundo Plan Zapatero y que tras haber supuesto un gasto de 600.000 euros permanece cerrada desde hace ya cinco años.
La infraestructura objeto de la censura por parte de las formaciones municipales es la pasarela-mirador ejecutada en la ladera de la Alcazaba, contratada y ejecutada a la empresa Hermanos Campano por 594.714 euros y que lejos de servir para el fin para el que fue concebida, ha pasado a convertirse en punto de celebración de botellones. Esta instalación, como el propio arquitecto responsable de la misma, Iñaki Pérez de la Fuente, confesó meses atrás tenía por fin el de generar miradores desde los que contemplar el entorno del casco antiguo, así actuar en la rehabilitación del marco natural en el que se localiza la senda.
Sin embargo, la citada pasarela no puede ser transitada por el público ni puede ser potenciada como atractivo turístico, sin que exista un calendario claro para ello. Así quedó patente en las explicaciones aportadas por el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, quien si bien apoyó la iniciativa del partido naranja justificó el cierre de las instalaciones en la falta de un acuerdo entre el área de Cultura del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía para habilitar el acceso por la calle Cíllar. "No se puede abrir porque se tienen que realizar unas excavaciones arqueológicas en el Teatro Romano", dijo el edil PP, repitiendo el argumento empleado por la concejala de Cultura, Gemma de Corral, el pasado mes de mayo.
Más allá de este punto de entrada, el otro habilitado en Mundo Nuevo "no está operativo". Ello no impide que sea fácil el acceso una vez sorteada la verja existente. Algo que, puede comprobarse in situ, suelen realizar grupos de personas que acuden a la falta de la Alcazaba a realizar botellones. "El espíritu es que se abra la pasarela", dijo Pomares, sin precisar cuándo tendrá lugar ese momento.
Ante las explicaciones del responsable municipal, el concejal de Ciudadanos Alejandro Carballo demandó "un poco más de previsión a la hora de abordar ciertos proyectos o más comunicación entre administraciones". Por su parte, el portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, subrayó que a los efectos que el "vandalismo" puede causar en esta estructura hay que sumar "el problema de seguridad".
En esta misma línea, la portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, se quejó de que transcurran ya cinco años sin darle uso social a esta inversión y se preguntó "que se puede hacer ahora". Daniel Pérez, edil del PSOE, aprovechó para sumar lo ocurrido con esta obra a los 200.000 euros empleados por el gobierno de Francisco de la Torre en la compra de los opinómetros.
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