Recogiendo solidaridad en kilos de alimentos
La Gran Recogida anual del Banco de Alimentos, que continúa hoy, suma en su primera jornada 280 toneladas
Desde primera hora de la mañana las compras en los supermercados de la provincia se hacían de forma diferente, con un matiz solidario. Desde el comercio del barrio más humilde a los grandes centros comerciales, mientras los clientes seleccionaban lo imprescindible en su compra del día o llenaban su cesta de provisiones para el fin de semana, también tenían en la cabeza los productos que iban a ir destinados a las familias más necesitadas de Málaga. Pocas presentaciones necesitaba ya la Gran Recogida que por tercer año consecutivo organizan los Bancos de Alimentos a nivel nacional. Dos jornadas que se extienden durante el último viernes y sábado del mes de noviembre, por lo que hoy todavía continuará la solidaridad. El objetivo marcado en Málaga, por el Banco de Alimentos de la Costa del Sol (Bancosol): 600.000 kilos de alimentos. A última hora de ayer la estimación era de alrededor de 280.000 kilos por lo que todo apuntaba a que un año más el objetivo se conseguirá e incluso se superará, ya que el sábado las donaciones suelen incrementarse, por lo que es hoy el día clave y cuando los malagueños deben animarse aún más a colaborar.
Hace dos años, cuando la crisis estaba en uno sus picos más acentuados se inició esta especie de maratón de recogida de alimentos destinados a las familias en apuros económicos. A las puertas de la Navidad, precisamente para tocar la fibra solidaria de los ciudadanos, los voluntarios se afanaban entonces por explicar en qué consistía la campaña y el tipo de alimentos más adecuados para donar -nada de refrigerados ni alimentos perecederos, lo mejor, legumbres, leche, galletas, aceite, conservas, alimentos infantiles-. Sin embargo, dos años después la imagen era bien distinta. A la entrada de los supermercados eran los clientes los que se acercaban a los voluntarios para solicitarles las bolsas vacías y llenarlas de alimentos para donar. Cada uno donaba en función de sus posibilidades, desde un kilo de macarrones a compras completas de productos variados.
Alba, Lucía y Mayte, tres estudiantes de segundo de Trabajo Social en la Universidad, se estrenaban ayer como voluntarias para organizar los productos de la Gran Recogida. Cuando fueron requeridas por una de las cajeras del supermercado de El Corte Inglés no daban crédito al derroche de solidaridad. Era una mujer que como cada año por esta fechas había acumulado una gran variedad de artículos y se disponía a abonar la compra, que sumó algo más de 50 euros. Entre ellas comentaban las compras que cada una habían recogido y las cantidades a las que ascendían. En la pequeña competición ganó Mayte, pues había asistido a una compra donada íntegramente de unos 100 euros, aunque había apuestas de 70 y 80 euros. Las tres estaban tan ilusionadas, que para el año siguiente ya piensan repetir. En total, los voluntarios que colaboran con esta gran apuesta anual por la solidaridad superan los 4.000.
Los establecimientos que se suman a la Gran Recogida de Alimentos crecen también cada año y para éste son 327 en toda de la provincia, un 21% más que la pasada campaña.
No hay comentarios