Repsol sigue adelante con su plan de buscar gas en la Costa del Sol
La compañía tiene todo preparado, menos la contratación de la plataforma, a la espera de Industria
Pese al rechazo de algunos dirigentes del PSOE y el PP y la falta de concreción del Gobierno central, la empresa Repsol no desistirá de su plan de encontrar bolsas de gas en los fondos marinos de la Costa del Sol. La filial Repsol Investigaciones Petrolíferas (Ripsa), encargada del proyecto de investigación Siroco, tiene todo preparado para iniciar la última fase, es decir, la perforación de un pozo exploratorio entre Mijas y Fuengirola, en cuanto el Ejecutivo le conceda la última autorización que necesita después de que obtuviera en febrero de 2004 los permisos para llevar a cabo las prospecciones y de que en julio del año pasado lograse el visto bueno de la declaración de impacto ambiental que le da vía libre para hacerlo, aunque con condiciones. Sin embargo, el Ministerio de Industria, por su parte, sigue sin aclarar qué ocurrirá pese a los intentos reiterados de este periódico por conseguir una respuesta y las declaraciones contradictorias del ministro y el subsecretario de Estado sobre este tema en las últimas semanas.
Tras casi diez años de trabajo y de la importante inversión acometida, la multinacional confirmó ayer a este periódico que su intención es seguir adelante con la investigación que culminará con la perforación del pozo que tiene previsto hacer a cien metros de profundidad y a una distancia de nueve kilómetros al sur de Mijas y a 12 kilómetros al suroeste de Fuengirola, donde la campaña sísmica llevada a cabo por Repsol en 2005 determinó la posibilidad de que se hallaran posibles bolsas de gas.
Esa ha sido siempre su objetivo a sabiendas de que los plazos se le echan encima por la ambigua postura demostrada en los últimos meses por el Ministerio de Industria al respecto pese a contar con toda la documentación requerida por la propia Administración central. Por un lado, porque la declaración de impacto ambiental aprobada en 2011 por el Gobierno limitaba de febrero a abril los meses en los que se podría perforar el pozo para no afectar al turismo, a la pesca ni al paso de cetáceos. Y, por otro, por el poco tiempo de maniobra que tendría la empresa para contratar la plataforma semisumegible que deberá encargarse de estos trabajos dado las escasas instalaciones de este tipo que hay en todo el mundo.
Además existe otro problema y es que el 20 de agosto de 2013 se cumple la tercera prórroga que el Gobierno central ha dado en estos años a Repsol para poder culminar el proyecto de investigación debido a la larga y compleja tramitación de las distintas fases.
Pero con la declaración de impacto ambiental favorable no parece probable que finalmente Industria no autorice esta última fase. Máxime cuando el artículo 35 de la Ley 34/1998 del sector de hidrocarburos establece en su párrafo segundo que, cuando la paralización del expediente o suspensión de los trabajos se produzca por causas no imputables al titular, el permiso se prolongará por el plazo de duración de aquélla".
Repsol no quiso entrar a valorar estas cuestiones y prefiere esperar a que el Gobierno se pronuncie con tiempo suficiente para poder disponer de una plataforma antes de que expiren los plazos después de que la que tenía contratada para los trabajos previstos a principios del año pasado tuvo que ser enviada a Marruecos en previsión de que no iba a poder hacerse en la fecha anunciada.
Los trabajos del sondeo apenas durarán 29 días, prorrogables a 41 sólo si se halla gas porque se tendrá que realizar una prueba de producción que consistirá en quemar el gas natural extraído en una antorcha durante unos cuantos días para evaluar si es o no apto para su comercialización.
Pese a los indicios que tiene la compañía petrolera de encontrar gas en los fondos marinos de Málaga, la posibilidad de hallar este ansiado recurso en cantidades suficientes para que sea rentable se reducen tan sólo a un 10 ó 20% de los casos. De confirmarse este hallazgo, la costa malagueña se convertiría en la segunda de toda España donde Repsol disponga de un pozo para extraer tan escaso recurso. Sólo existen tres en Mazagón (Huelva), dentro del parque natural de Doñana, que están siendo explotados desde octubre de 1997 y será prácticamente igual al que se perforará frente a las costas de Fuengirola y Mijas.
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