Su cadáver fue hallado bajo una manta y tapado con varias ramas en un arroyo de la capital malagueña. El cuerpo sin vida, en avanzado estado de putrefacción, se correspondía con el de Anastasiia K., una mujer de 28 años y nacionalidad ucraniana desaparecida desde hacía al menos un mes. El hombre con el que mantenía una relación sentimental finalmente ha confesado a los agentes haberla matado, por lo que ha sido detenido. 

El cadáver de la joven fue localizado el 24 de octubre del pasado año -en torno a las 10:45- por la Policía Nacional en un arroyo conocido con el nombre de Pocapringue, en las proximidades del Polígono La Huertecilla, tras distintas batidas por la zona que frecuentaba la víctima. 

Las indagaciones policiales, a cargo del Grupo de Homicidios de la Comisaría Provincial de Málaga -con colaboración de la Brigada Provincial de Policía Científica-, permitieron a los investigadores encontrar a varias personas con las que la mujer se relacionaba antes de su desaparición. Debido al estado de putrefacción en el que se encontraba el cuerpo, los investigadores no lograron conocer en un primer momento si se trataba de un hombre o una mujer. Tampoco tenía huellas dactilares, lo que demoró su identificación.

Arroyo donde fue hallado el cuerpo sin vida de la víctima.

Si bien, una vez obtenida, los agentes comenzaron a investigar a la pareja de la víctima, un hombre de 43 años y nacionalidad española, además de a otros dos varones, de 23 y 33, que también fueron arrestados por su presunta implicación en un delito de encubrimiento, pues supuestamente serían conocedores del asesinato y habrían faltado a la verdad y omitido información de forma intencionada y maliciosa.

Y es que la propia labor investigadora desvirtuó las coartadas de los sospechosos, llevando al del autor material del crimen a que confesas en sede policial. Tras ser detenido, este martes 23 de enero, está previsto que pase a disposición del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 2 de Málaga este viernes, han informado desde la Comisaría Provincial de Policía Nacional.

Al parecer, la víctima mantenía una relación afectiva con el homicida, conviviendo ambos en una choza en la zona de El Tarajal hasta el momento de su desaparición. Los agentes trataban de localizarla desde el pasado 4 de septiembre, cuando el consulado de Ucrania presentó una denuncia ante la imposibilidad de su familia de contactar con ella. 

Un objeto contundente y un arma blanca

Según la investigación policial, la mujer habría sido asesinada comienzos del mes de agosto y el autor confeso habría empleado un objeto contundente y un arma blanca para acabar con su vida. A continuación, el sospechoso se habría deshecho del cuerpo, ocultándolo en un cañaveral.