Albañiles picando paredes dentro de una vivienda y fuera dos policías nacionales vigilando que nadie interfiera su trabajo. Esa es la insólita imagen que desde ayer puede verse en la barriada de Dos Hermanas, en la capital.

La Subdelegación del Gobierno y la Junta de Andalucía acordaron la semana pasada que la rehabilitación de esa zona de la Carretera de Cádiz se retomara bajo un estricto control policial después de que la empresa Hexa, encargada de la obra, suspendiera su actividad por las amenazas e insultos que sufrieron sus trabajadores por parte de un grupo de individuos que impedían su labor.

"Estoy contenta porque aunque tengo todo liado, la obra ya está en marcha y espero poder ver pronto los resultados", decía ayer Josefa Ruano, una mujer de 77 años que vive en la calle Puerto de la Encina, por donde ayer se reinició la rehabilitación. La obra de su casa se quedó bloqueada el pasado jueves 25 de febrero después de que Hexa suspendiera los trabajos a raíz de las amenazas a sus operarios.

Ayer, los empleados de la empresa encargada de la obra empezaron su trabajo pasadas las 8:00. La Junta se ha comprometido a acabar la rehabilitación antes de fin de mes. La obra se inició hace cinco años y debería haber estado concluida en 2007. El altercado que motivó la paralización de la obra se produjo porque operarios de la anterior responsable de los trabajos exigían el pago de sueldos atrasados.