Málaga

Los robots como futuros compañeros de vida de las personas, a debate en Málaga

Guillem Martínez y Concepción Monje durante su intervención en EmpoderaLive.

Guillem Martínez y Concepción Monje durante su intervención en EmpoderaLive. / Javier Albiñana

El mundo vive una constante evolución tecnológica, donde la robótica y la inteligencia artificial están siendo dos de los grandes protagonistas. Estas tecnologías, además de estar transformando la industria, también están comenzado a abordar algunos desafíos que parecían muy lejanos: robots humanoides que ayuden a las personas en su día a día o robots que realicen trabajos de riesgo para preservar la seguridad de las personas. Expertos en ambas materias aseguran que estas máquinas no estarán pronto a disposición de la sociedad, pero es el momento de concienciar a la población e informarla sobre el progreso tecnológico.

Estos son alguno de los temas que se han abordado en EmpoderaLive, un evento de referencia internacional de Tecnología Cívica con Impacto Social, donde se han reunido más de 20 líderes e investigadores internacionales y alrededor de 250 expertos. Este encuentro lleva celebrándose desde 2006 y su lema ha sido Soberanía Digital Ciudadana: en construcción. Han vuelto a reunirse en Málaga para “poder reflexionar sobre cómo la tecnología está cambiando nuestras vidas y cómo las personas que ya estamos conectadas podemos defender nuestros derechos y garantizar que esa tecnología sea sostenible, ética y responsable”, según Yolanda Rueda, presidenta de la Fundación Cibervoluntarios.

Entre los ponentes se encontraban Guillem Martínez Roura, oficial de Inteligencia Artificial en la Unión Internacional de Telecomunicacion (UIT), la agencia especializada de las Naciones Unidas para las TIC, y Concepción Monje, una de las creadoras de TEO, un robot asistencial para personas mayores con discapacidad o necesidades especiales. Ambos han coincidido en que la robótica se encuentra en un momento crucial de desarrollo, al que cada vez llega más inversión y que es el momento de decidir qué camino seguir dentro de este campo y de qué manera.

Por su parte, Guillem Martínez Roura ha incidido en que llegados a este punto todo lo que se realice en robótica ha de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A su juicio, se deben abordar problemas reales que puedan resolverse en colaboración con las personas encargadas de dicha actividad, la robótica y la inteligencia artificial.

Guillem Martínez, oficial de IA en la Unión Internacional de Telecomunicacion (UIT) Guillem Martínez, oficial de IA en la Unión Internacional de Telecomunicacion (UIT)

Guillem Martínez, oficial de IA en la Unión Internacional de Telecomunicacion (UIT) / Javier Albiñana

En este sentido, ha señalado que entre algunos de esos problemas observan que se encuentran el desplazar personal humanitario, medicinas o alimentos a zonas de conflictos bélicos y es aquí donde entraría la robótica que podría ser de gran ayuda. Además, a parte de acudir a lugares conflictivos, los robots también pueden ayudar a las personas como el robot humanoide que intenta mejorar la calidad de vida de las personas. Martínez Roura ha apuntado que quedan 10 años para cumplir los ODS y las nuevas tecnologías “pueden ser de una ayuda muy grande para los retos más grandes de la humanidad: la agricultura sostenible, la creciente población mundial o una sanidad asequible para todo el mundo”.

En relación a la inteligencia artificial (IA) ha explicado que una ventaja que puede aportar es la de prevenir situaciones. Por ejemplo, Martínez ha detallado que con los datos que la IA tiene sobre incendios podría ser capaz de deducir dónde podría darse un incendio para que robots y humanos trabajen conjuntamente para que “su acción pueda ser mucho más rápida y eficaz”. Con respecto a la regulación de la inteligencia artificial, el oficial de la IA de UIT, considera que este “es un tema que necesita una regulación global”. Asimismo, ha incidido en que se debe hacer un trabajo de concienciación “explicando cuáles son los usos positivos de la IA, en lo que tiene que intervenir y por qué puede ser un gran catalizador para resolver los problemas que tenemos”.

Por otro lado, Concepción Monje ha señalado que lo que conseguiría evitar un mal uso de la IA es una buena educación. Por ello, cree que “hay que empezar a educar en las familias y en los hogares, ya que deben tener una gran educación en valores”. Además, ha asegurado que es importante que la sociedad actual “esté formada sobre el tema porque el uso de robots también va a impactar en nuestras vidas como usuarios y futuros desarrolladores”.

Concepción Monje, una de las diseñadoras del robot TEO. Concepción Monje, una de las diseñadoras del robot TEO.

Concepción Monje, una de las diseñadoras del robot TEO. / Javier Albiñana

Monje es una de las creadoras del robot TEO. En este proyecto, los investigadores están buscando una forma de replicar habilidades humanas en un robot bípedo, cuyo principal reto es lograr que se mantenga en dos piernas. Si finalmente este robot cumple con lo planeado sería capaz de mover muebles, de asistir a personas e incluso de mantener una conversación con la ayuda de la inteligencia artificial. Además, la IA permitiría que el robot se moviera de manera no peligrosa, creando una interacción humano-robot “casi humana”. 

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