A medida que evolucionan las tecnologías, lo hacen también los métodos utilizados por los delincuentes para adquirir y distribuir material ilícito. Prueba de ello es son las imágenes difundidas en Almendralejo (Badajoz) de al menos 22 niñas -todas ellas menores de edad- desnudas con inteligencia artificial. Aunque la descarga de pornografía infantil a través de la deep web -la parte de Internet que los buscadores no encuentra- o de un foro oculto y su posterior difusión a través de redes peer to peer -que permiten a los usuarios conectarse entre sí y compartir archivos que están en sus ordenadores- se sigue produciendo, los investigadores ahora se enfrentan ahora a nuevos retos. 

La inteligencia artificial, el metaverso y las retransmisiones mediante streaming -cualquier contenido, ya sea en vivo o grabado, que se puede obtener a través de internet y en tiempo real- son los nuevos canales que los criminales emplean para la creación o difusión de imágenes, vídeo o información de menores con fines sexuales.

Así lo advierte el jefe del Grupo de Protección al Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia, Javier Izquierdo de la Rosa, con motivo de su participación en un congreso internacional contra el fraude online y la explotación sexual infantil mediante nuevas tecnologías -celebrado esta semana en Málaga-, que cuenta también con la intervención de otros expertos de 29 países.

El inspector asegura que la producción de pornografía infantil de imágenes realistas con inteligencia artificial es un delito que la Policía Nacional ya viene detectado "desde hace un tiempo". Si bien, el caso de la ciudad pacense, que cuenta con poco más de 30.000 vecinos, ha generado un debate ético-legal y puesto en alerta a la sociedad. 

Con más de una veintena de víctimas -que van desde los 11 hasta los 17 años- y unos once identificados -que oscilan entre los 12 y los 14 años-, ha insistido la importante de explicar a los menores "los riesgos que supone el mal uso de la tecnología y a los que se exponen al hacer uso de Internet". Aunque ha apuntado que no se tratar de inculcarles miedo, sí "educarlos en esta nueva cultura de la ciberseguridad en la hoy en día todos hemos de ser partícipes si queremos un entorno digital seguro". 

Y es que algunos de los jóvenes supuestamente responsables de estas imágenes -pertenecientes al entorno de las víctimas- podrían ser imputables al tener los 14 años de edad ya cumplidos, ha anunciado Izquierdo de la Rosa. Aunque la investigación continúa abierta manera -liderada por la Comisaría de la localidad extremeña-, algunos sospechosos podrían enfrentarse a penas que van desde el año hasta los cinco de prisión.

Por su parte, desde el despacho de abogados Penaltech aclara que las imágenes de desnudos creadas con inteligencia artificial y difundidas en la red no solo vulneran el derecho al honor o a la imagen personal, si no que en el caso de menores se considera también un delito de pornografía infantil y "se castiga del mismo modo que si se trataran de imágenes de personas reales". 

Por ello, aconsejan "tomar medidas". "Es importante no borrar ninguna prueba, recopilar cualquier evidencia y bloquear a los posibles autores en redes sociales. Estos pasos son importantes para la defensa, tanto si se es víctima, como si se está siendo acusado del delito, pese a no tener que ver con el tema", manifiestan al tiempo que insisten en "denunciar ante las autoridades". Además, recomiendan "acudir a la Agencia Española de Protección de Datos para solicitar la retirada de estas imágenes".

La Fiscalía advierte de una tendencia al alza de estos procedimientos

Tal y como alerta la Fiscalía, en su memoria correspondiente al pasado año, los procedimientos vinculados a la pornografía infantil vienen ofreciendo en los últimos años una ligera tendencia a la alza, ya que el número de causas iniciadas en 2022 supera en 55 las registradas en 2021 y en 125 las del año 2022. 

Cierto es que este incremento no es especialmente abrupto. Si bien, el Ministerio Público explica que las conductas de elaboración o distribución de material pornográfico en el entorno tecnológico no son habitualmente objeto de denuncia por parte de los perjudicados, que suelen ser menores de muy corta edad y ni tan siquiera conscientes de la agresión sufrida. 

Por ello, asegura que la mayoría de investigaciones por delitos de esta índole suelen iniciarse de oficio a partir de comunicaciones de ciudadanos que detectan material pornográfico infantil en la red. En ocasiones, la alerta también llega a través de cuerpos policiales de otros países. De cualquier manera, la Fiscalía destaca que se requiere de una "intensa labor de indagación", así como de obtención de pruebas válidas y efectivas de la acción ilícita. De esta manera, detallan que muchas veces no se logra materializar la información recibida en investigaciones concretas, sobre todo, por "la carencia de recursos personales y materiales adecuados" para afrontar una actividad criminal "en continua expansión que está siendo planificada y ejecutada a través de sistemas de comunicación cada vez más complejos y sofisticados, y protegidos con sistemas de encriptación muy difíciles de quebrar".

Por ello, desde el Ministerio Público demandan de una mayor concienciación social y un "esfuerzo especial" para dotar a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como a los operadores jurídicos, de mayor formación, medios legales y materiales más efectivos para mejorar la respuesta ante "estos graves comportamientos".

El inspector Izquierdo de la Rosa ha explicado que la Policía Nacional recientemente ha modificado el plan de estudios en la escuela, de modo que los funcionarios de la escala "van a salir con formación en ciberseguridad", con conceptos "más modernizados" y "conocimientos que hoy en día requiere cualquier tipo de investigación tecnológica".