El estado de alarma decretado por el Gobierno incluye una medida inédita y de gran calado como es la intervención de la sanidad privada española para ponerla al servicio del Sistema Nacional de Salud. Según anunció el ministro de Sanidad, Salvador Illa, este domingo, los hospitales privados se ponen a las órdenes de las comunidades autónomas. Esto supone que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) podrá disponer en Málaga de casi 2.200 camas de la sanidad privada. Esto significa prácticamente doblar esos recursos a disposición de la asistencia.

La provincia tiene, según un informe de CCOO, un total de 4.691 camas; de las cuales, 2.513 son públicas y 2.178 son privadas. De modo que Málaga tiene como reaseguro frente a esta situación de emergencia -y en función de lo establecido por el decreto del estado de alarma- casi para duplicar los recursos existentes si finalmente el SAS utiliza esos centros. Serán las consejerías de Salud y en este caso la andaluza la que podrá disponer "de todos los medios" necesarios del sistema privado para hacer frente a la pandemia.  

La sanidad privada malagueña es, con diferencia, la más fuerte de Andalucía. Mientras en la comunidad autónoma tiene una de cada cuatro camas de hospital (25,66%), en la provincia acapara casi la mitad (46,43%). Los datos se desprenden de un análisis de CCOO basado en el Catálogo Nacional de Hospitales, según el cual en Andalucía la sanidad pública concentra el 74,33% de esas plazas; en tanto que en Málaga ese porcentaje baja al 53,57%.

“Málaga cuenta con la mayor dotación privada de camas hospitalarias de toda la región –2.178–, lo que supone el 38,63% del total de Andalucía”, señala el trabajo de CCOO.