Málaga

Sánchez Maldonado dimite como presidente del Puerto en pleno conflicto laboral

  • Deja el cargo tras sufrir un 'escrache' por parte de varios trabajadores Las medidas de ajustes podrían afectar a 45 operarios

El adiós de José Sánchez Maldonado como presidente del Puerto de Málaga deja al organismo sin capitán a bordo en un momento más que delicado para la institución. En lo económico, arrastrando números rojos en su balance final de ejercicio, y en lo laboral, con la espada de Damocles pesando sobre la plantilla, al punto de que los sindicatos temen la posibilidad de que el Gobierno central obligue a aplicar un plan que podría afectar a cerca de medio centenar de empleados, de un total de 180.

Al respecto, el representante de Comisiones Obreras en el Puerto, José Manuel Rosa, explicó que la estrategia diseñada por la Autoridad Portuaria incluye la no renovación de contratos que están a punto de expirar, promover jubilaciones parciales y potenciar la movilidad geográfica, lo que llevaría a trasladar de destino a empleados. Rosa, contrario al planteamiento, dijo que esta medida podría afectar a 40 ó 45 operarios.

Sánchez Maldonado comunicó su dimisión irrevocable el pasado jueves a la ministra de Fomento, Ana Pastor, vía misiva, y a la consejera de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díez, mediante una conversación telefónica. Ésta informó, en Almería, que tenía previsto mantener una reunión ayer mismo con el dirigente malagueño y aseguró que su sustitución se hará "de forma inmediata", dando continuidad al trabajo "con normalidad".

Si bien el aún dirigente portuario, a la espera de que se nombre sustituto, justificó su paso atrás en razones "personales, de salud y familiares", la realidad es que el motivo de su renuncia parece estar estrechamente vinculado con el creciente clima de tensión laboral que se vive en el Puerto. El detonante pudo ser un fuerte altercado protagonizado por algunos operarios portuarios a la entrada de su despacho, en el edificio de la Autoridad Portuaria.

"Tiraron muebles y otros objetos", comentaron fuentes próximas al organismo, que subrayaron que el incidente le provocó una subida de tensión importante al presidente. Las fuentes añadieron que la preocupación de Sánchez Maldonado es que estos conatos, que llegaron a comparar con los escraches sufridos en los últimos meses por diferentes dirigentes del Partido Popular, puedan ir a más. "La sensación es que esto le sobrepasa, que no está para estas cosas", insistieron las fuentes.

Sobre este incidente, el representante de CCOO dijo desconocer lo ocurrido, si bien admitió que el día en que tuvo lugar su organización participó en un acto de protesta. "Entramos al edificio y estuvimos dando una vuelta lanzando silbidos y proclamas y luego nos fuimos", afirmó, al tiempo que denunció "este tipo de actos violentos".

Una demostración de la delicada situación en la que se encontró Sánchez Maldonado el Puerto es que las cuentas del pasado ejercicio se cerraron con unos 3 millones de déficit, sin incluir en el mismo las cuantías que adeudan las empresas por cánones como los del centro comercial Muelle Uno y el puerto deportivo de San Andrés. Al objeto de intentar reflotar el buque, y ante la previsión de que los ingresos vía crucero iban a descender por el mal momento del sector, la Autoridad Portuaria diseñó un plan para rebajar los gastos de la institución, que se elevan a unos 6,5 millones anuales.

Actualmente, Sánchez Maldonado se ha tomado una semana de vacaciones, aunque su intención es no regresar a su despacho de la Presidencia. Confía, de este modo, en que la Junta de Andalucía dé una solución rápida a la vacante. El relevo al frente del organismo, para el que sonaron meses atrás, en sustitución de Enrique Linde, los nombres de los parlamentarios andaluces del PSOE de Marisa Bustinduy y Paulino Plata, podría pasar por el Consejo de Gobierno andaluz la próxima semana. No obstante, el dimitido presidente tiene intención de quedarse para "explicar bien la situación al que venga al cargo". Las fuentes destacaron la preocupación del dirigente ante los "problemas económicos, laborales y financieros" de la institución y dejaron caer que no tuvo conocimiento real de la situación hasta que tomó contacto con la Presidencia.

La salida traumática de Sánchez Maldonado, que llegó al cargo procedente de la Casona del Parque, donde fue elegido en los últimos comicios locales como concejal por el PSOE, le devuelve directamente al campo universitario. En concreto, a su plaza como catedrático de Hacienda Pública y director del Departamento de Hacienda Pública de la Universidad de Málaga.

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