Málaga

Sanitarios constatan una segunda ola de cuadros gripales tardíos en Málaga

Varios usuarios en un centro de salud de la capital.

Varios usuarios en un centro de salud de la capital. / Javier Albiñana

El Covid cambió por completo el comportamiento de los virus respiratorios. Hubo inviernos casi sin gripe durante la pandemia y bronquiolitis el verano pasado. Aunque poco a poco se va normalizando la situación epidemiológica, todavía hay patrones que se salen de lo que era habitual antes del coronavirus. Por ejemplo, los sanitarios están constatando una segunda ola de cuadros gripales tardíos. A casi una semana de que empiece la primavera y cuando deberían estar en marcada retirada, "hay un repunte de cuadros clínicos que parecen gripe", sostiene la secretaria de la Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria (AndAPap), Leonor Quesada. 

Cuadros que se manifiestan con fiebre alta y de muchos días. El incremento, pese a que afecta a todas las edades, se aprecia sobre todo en edades preescolares y escolares. "Son cuadros de fiebre alta, tos, dolor de garganta y mocos", precisa Quesada. La secretaria de AndAPap mide bien sus palabras y no habla de gripe sino de "casos que parecen gripe". La razón es que, por lo general, este repunte no se presenta con especial gravedad y por lo tanto la asistencia se queda en los centros de salud. Y como en Atención Primaria no se hacen test de gripe, no está confirmado que esos cuadros lo sean. 

Pero tanto por el diagnóstico basado en los síntomas como por los test que hacen los padres a sus hijos antes de acudir al pediatra, estos especialistas constatan esa segunda ola que llega también a otras edades. "No podemos afirmar que sea gripe por datos del Instituto Carlos III, pero sí por los test que traen los padres", comenta la pediatra. 

A continuación lanza un mensaje de tranquilidad al afirmar que por lo general no son casos graves. "Son cuadros autolimitados, que duran un poco más que otros. No podemos hacer que duren menos; cursan lo que tienen que cursar", sostiene. Luego insiste en que al ser cuadros virales no sirven ni antibióticos, ni mucolóticos, ni antitusígenos. De hecho, destaca que estos últimos fármacos pueden ser contraproducentes porque la tos es un mecanismo de defensa para expulsar el moco. Para mitigar los síntomas gripales, prescribe "paracetamol, ibuprofeno, lavados nasales, mantita y sofá".  

Con anterioridad al Covid, la gripe solía empezar a castigar antes de las navidades en las zonas más frías de España y en Málaga, luego de esas fiestas, que es cuando en la provincia bajan más las temperaturas. Lo inusual es este repunte tardío. "El Covid ha trastocado todo. En parte, por las medidas de protección. Hemos tenido bronquiolitis, que es típica de invierno, en el verano pasado y ahora esta segunda ola de cuadros gripales, cuando tendrían que estar en retirada", apunta Quesada.   

No obstante, los especialistas explican que era "lo esperable" al dejar la mascarilla, incluso hasta en los transportes públicos. Afirman que por eso la Consejería de Salud autorizó por primera vez en la historia la vacunación antigripal para niños sanos de seis a 59 meses. "Porque se esperaba un repunte de infecciones respiratorias", comentó Quesada. También la bronquiolitis se incrementó con respecto a los años anteriores. Esta temporada, en el Materno tuvieron que habilitar en dos ocasiones camas de UCI pediátricas en la zona de Maternidad del hospital por el aumento de casos de niños que requerían ingreso. 

Los pediatras aconsejan a los padres ante estos cuadros gripales que, para su tranquilidad, antes o después de la visita al especialista hagan a sus hijos el test de la gripe para descartar que sean una infección bacteriana más grave. "Ahora hay posibilidades de hacer esa prueba. No en los centros de salud, pero sí en las farmacias. Pueden comprar el test y hacérselo; algo que ya hemos aprendido casi todos con el Covid", comenta la representante de AndAPap. 

Precisamente son estas pruebas de las que tienen conocimiento los pediatras por los propios padres, las que les permiten afirmar que en esta segunda ola hay más gripe B. Por el contrario, en la primera, la predominante era la A. Precisamente estas características podrían explicar que los casos no estén cursando con mucha gravedad. Las variantes de la gripe A mutan más que la B. Por eso esta última preocupa menos a los epidemiólogos ya que tiene menos variaciones. Ello permite que haya más personas inmunes dado que tienen más defensas, algo que es más difícil que ocurra cuando los virus cambian más. 

 

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