Secretos para escribir en el cielo
Una empresa local de publicidad aérea pone en marcha un sistema pionero en España importado de Norteamérica · Las avionetas de esta compañía pueden volar carteles de 400 metros cuadrados
Quién no escalaría a las nubes para decirle al mundo que madre sólo hay una. O para realizar una declaración de amor. Muchas empresas lo hacen para anunciar sus productos. Parece imposible, pero existen fórmulas. Una de ellas la introdujo en la primera mitad del pasado siglo un comandante norteamericano que usó humo químico para escribir en el cielo con una avioneta. Posteriormente, muchas compañías la emplearon como técnica publicitaria, pero lo último en España en esta materia llega de la mano de una empresa local, Publicidad Aérea Málaga. Han conseguido escribir en el cielo gracias a unos vanguardistas carteles, los cuales vuelan desde hace años en América pero aterrizan ahora en la Península Ibérica por la Costa del Sol.
Álvaro González, el piloto que voló el primer cartel de publicidad en Málaga (fue uno de Tivoli World en 1977) ha creado una sociedad junto a Rodrigo López, un joven pero experimentado piloto americano. Han fusionado sus negocios y hablan de revolucionar el sector merced a las nuevas técnicas que están importando. "Trabajamos con otros materiales que nos permiten hacer cosas distintas y con mucha más seguridad. Por ejemplo, las dimensiones de nuestros carteles son más grandes y somos los únicos que volamos carteles de letras".
La primera medida puesta en marcha por esta empresa malagueña, que lleva tres años operado con su actual denominación (www.aeropublicidad.es), ha sido eliminar todas las piezas metálicas de sus carteles. La fibra de vidrio, además de ser más ligera y permitir pancartas más grandes, son más seguras en caso de tener que soltar la pancarta desde el aire. "En América es algo obligatorio, pues el metal es conductor y de caer sobre un tendido eléctrico puede provocar un incendio", explica López. Además, aportan soluciones para mejorar la visibilidad de los mensajes que vuelan. Sus carteles tienen unos pequeños paracaídas en los extremos que hace que no se doblen en el aire. Respecto a las dimensiones, éstos pueden tener más de 400 metros cuadrados (14 por 30 metros) frente a los 50 convencionales. Durante los meses estivales, éstas son las novedades que surcaran el cielo malagueño.
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