Dulce derrota del PSOE en Málaga este 23 de junio. A pesar de haberse dejado por el camino un diputado respecto a hace cuatro años y haber caído a ser la segunda fuerza política de la provincia, los socialistas respiran tranquilos y lo asumen como un "buen resultado". Fruto de analizar la 'foto final' acorde a las expectativas: se reduce la caída, pese a estar dos diputados por debajo viniendo de uno por encima del principal rival.

Lo ven como tal porque, pese a todo, han aumentado 0,3 puntos porcentuales la cantidad de apoyos recibidos hace cuatro años, cuando fueron primera fuerza política, "lo que la Ley D'hont te da a veces, otras te lo quita", afirman al analizar la pérdida de un diputado (de cuatro a tres) en estas elecciones pese a cosechar un resultado prácticamente idéntico. 

Pese a haber perdido en las grandes plazas (por tercera vez consecutiva, a lo que se añade que Mijas se tiñe de azul tras haber desaparecido Ciudadanos), los socialistas sacan pecho por la recuperación de algunos de sus colegios y barrios señeros, sobre todo en la capital. Los bastiones de Carretera de Cádiz, Ciudad Jardín o Málaga Norte vuelven a votar al puño y la rosa tras dos comicios seguidos dándole la espalda. 

Pero esto también tiene una segunda lectura. Tras el varapalo de las municipales, uno de los argumentos que se esgrimían desde la sede de Fernán Nuñez era que los malagueños habían votado en clave nacional. Ahora, dos meses más tarde, y sin que Pedro Sánchez se haya acercado siquiera a la provincia para hacer campaña, el resultado es mejor que el recogido hace menos de 60 días. 

Este lunes se hablaba de subida de participación en los foros socialistas, escudándose en que las generales siempre atraen a más gente a las urnas que las municipales o las andaluzas. Discurso que obvia, en parte, que la mayor o menor participación también va de la mano de la movilización que es capaz de atraer el candidato. Y vuelve a poner la pelota en el tejado de Dani Pérez, secretario general de la provincia y portavoz en el ayuntamiento de la capital. 

El domingo, sin embargo, se centraban en el resultado nacional: "La España que trabaja, la España que madruga, es la que ha parado la ola reaccionaria de la derecha", subrayaba Pérez. Añadiendo que el tándem PP-Vox "no lo ha conseguido, han perdido los que querían retroceder, los que cambian derechos por sillones, los que querían que volviéramos a una España en blanco y negro". 

El viernes, el mismo Pérez ante el ministro Escrivá, no hablaba de parar olas, en su imaginario solo estaba la victoria: "Esta campaña está ganada", afirmó. El mismo axioma al que se agarró antes del 28 de mayo. 

El PSOE sale como segunda fuerza de este 23 de julio, aunque en Fernán Nuñez no les sepa a derrota. Las expectativas también juegan su papel.