"Todas las patologías del mundo urbano han ido llegando a los pueblos"

Balcón de notables | José antonio ortega. jefe de oncología médica de hospital quirón malaga

El oncólogo asegura que los recortes en la sanidad pública han aumentado la demanda en la privada

"Todas las patologías del mundo urbano han ido llegando a los pueblos"
"Todas las patologías del mundo urbano han ido llegando a los pueblos"
Leonor García

30 de octubre 2016 - 01:00

JOSÉ Antonio Ortega nació en Cortes de la Frontera. Quizás por eso le gusta el olor a tierra mojada y la ausencia de ruidos del campo. Es oncólogo médico. Dirige esa especialidad en el Hospital Quirón, trabaja en la sanidad pública, es vicepresidente primero del Colegio de Médicos y hasta hace pocas semanas ocupaba la secretaría de la Sociedad Andaluza de Cancerología. Para estar al tanto de los vances en Oncología, dice que intenta estudiar una o dos horas todos los días. Para distraerse, lee a autores rusos. Para mantener la salud, correvarias veces a la semana por el paseo marítimo.

-Es de Cortes de la Frontera. Nació hace 55 años. ¿Los pueblos han cambiado mucho?

-Han cambiado de una forma impresionante y pienso que para mal. Mucha gente ha emigrado a la ciudad buscando un futuro y la población que ha quedado son personas mayores con menos recursos económicos. Además, todas las patologías del mundo urbano han ido llegando a los pueblos. Ahora tienes amigos y familiares con ansiedad, depresión y con problemas de nueva aparición típicamente urbanos. Aparte, la población ha disminuido.

-¿Cuál es el futuro de los pueblos?

-Deben crear infraestructuras para potenciar la vida de los pueblos. Fábricas, comercios, industria hotelera, industrias complementarias... Para que vuelvan a atraer a la gente joven que se marchó a la ciudad. Porque ahora la población de los pueblos está envejecida y disminuida.

-¿Echa de menos la vida de pueblo?

-Echo de menos los valores del pueblo; la amistad, la lealtad, la tranquilidad. Echo de menos el campo. Pero también noto la falta de actividades culturales, deportivas.

-Tiene dos hijos. ¿Es más fácil criar un hijo en un pueblo que en una ciudad?

-Creo que sí porque el nivel de competencia en el pueblo es menor que en la urbe. Además, cuando veo a mis sobrinos en el pueblo los veo con aspecto saludable, con chapetas malares. Sin embargo, a los de la urbe los ves con peor color. El niño en el pueblo vive como más protegido, tiene más horas de ocio, está más tiempo en el campo, en la calle y tiene un nivel menor de competitividad.

-Bueno, la competencia es mala y es buena.

-Sí, pero es una vida más vida la de los pueblos.

-Siempre se dice que en la ciudad la vida es más alienante...

-Hace tiempo estuve en Estocolmo y me llamó la atención que un país con un altísimo nivel de desarrollo económico y social tuviera una tasa tan alta de suicidios. Creo que está en relación a la poca vida familiar y social. La gente va a trabajar, cumple con su trabajo y luego tiene poca vida familiar o social. Esto poco a poco se va extendiendo a todos los países desarrollados. Cada vez hay más problemas de soledad, de falta de comunicación y de conflictos familiares que hacen que la vida en la ciudad sea más compleja.

-El Hospital Quirón recientemente organizó un foro sobre cáncer. ¿Qué ha sido lo más importante de ese encuentro?

-Los avances recientes en el tratamiento del cáncer; sobre todo, en lo referido a la inmunoterapia. Es decir cómo estimulando tu sistema inmunológico se puede atacar a células tumorales camufladas al sistema de defensas. Se estimula al sistema inmunológico para detectar, controlar y atacar a esas células tumorales escondidas o camufladas. Ya es una realidad en el cáncer de pulmón, en el melanoma y en el cáncer renal. Próximamente va a llegar a la mayoría de los tumores.

-Es activar nuestro sistema de defensas para luchar contra un enemigo que tenemos dentro.

-Un enemigo que tienes dentro, que está escondido y que crea mecanismos para anular o adormecer a los linfocitos T, que son nuestras defensas tumorales.

-¿El tratamiento contra el cáncer puede cambiar mucho en los próximos años?

-No tengo ninguna duda, sobre todo de la mano de la inmunoterapia. Yo voy el 8 de noviembre a Nueva York a una reunión del Mount Sinaí sobre avances en cáncer. Es curioso que los fármacos que se aprueban en Estados Unidos tardan unos tres años hasta que los autoriza la Agencia Española del Medicamento.

-¿En general la supervivencia ante el cáncer ha aumentado?

-La supervivencia global en la mujer ronda el 60% y en el hombre, el 50%. Hay tumores de mal pronóstico, como el de páncreas y el de pulmón; y otros de mejor pronóstico, como el colorrectal y el de mama. El tumor más frecuente en general, tanto en hombre como en mujeres, es el colorrectal; solo en mujeres es el de mama y solo en hombres, el de próstata.

-¿Cada día los tratamientos serán más individualizados?

-Sin lugar a dudas. Hace 15 años, veíamos a mujeres con el mismo estadio de la enfermedad, unas tenían una supervivencia larga y otras, corta. No sabíamos el porqué. Hoy con los avances en biología molecular sabemos que hay subtipos moleculares que independientemente del estadio de la enfermedad confieren una mayor o menor agresividad. Nunca hay dos cánceres de mama iguales. Por eso se va a la Oncología de precisión o personalizada porque cada persona tiene un tumor distinto. Esos avances en biología molecular son la clave en el futuro del tratamiento del cáncer.

-Hay programas de detección precoz del cáncer, pero hay personas que no acuden ¿Por qué?

-Sí, por ejemplo hay una proporción bastante importante de mujeres que no acuden a los programas de screening. Es por el miedo al diagnóstico de la enfermedad. Pero eso es la política del avestruz. El diagnóstico precoz del cáncer de mama sabemos que impacta en la supervivencia porque cuando el tumor se diagnostica muy pequeñito tiene una curación prácticamente del 95%.

-Soy fan de la carne roja. Dígame que no es cancerígena porque hubo un informe hace tiempo que sembró dudas.

-La dieta tiene que ser mediterránea y equilibrada. Es cierto que las carnes y los productos envasados dependen de la procedencia, del cuidado de esos animales, de los productos de los que se han alimentado, de las hormonas que le han administrado. Los alimentos deben ser lo más naturales, evitando conservantes, colorantes, carnes procesadas. También depende la forma de cocinar los alimentos, de su forma de preparación.

-¿Se ha recortado en investigación?

-Sí, se ha recortado. Yo creo que habría que plantear una investigación no subsidiada. Alabo la labor de las asociaciones que apoyan la investigación, pero ésta tendría que ser como una carga genética inherente a la Administración.

-¿Como un servicio de Oncología, por ejemplo?

-Sí, no subsidiada, sino financiada por la Administración, con recursos adecuados para tener unidades de investigación.

-Digamos que así como tiene la Unidad de Oncología, tuviera la Unidad de Investigación.

-Correcto y que la financiación fuera a través de una fundación pública. Yo reconozco la generosidad de las personas y de las asociaciones a la hora de apoyar la investigación con distintas iniciativas. Pero eso aporta una mínima parte a lo que tendría que ser una investigación competitiva a nivel nacional e internacional.

-¿Hace falta más tecnología para el cáncer en la sanidad pública?

-Bueno, ahora se ha comprometido un PET [tomografía de emisión por positrones] para Málaga. Creo que está bien cubierta. No tengo claro si tendrá capacidad para atender a toda la población con ese único PET y que no haya lista de espera. El gran problema de la sanidad pública no es la primera visita, sino las revisiones y listas de espera de las pruebas complementarias. Las primeras visitas suelen ser rápidas, pero luego las revisiones o las pruebas se demoran de una manera impresionante. La sanidad pública está bien dotada desde un punto de vista tecnológico, pero quizás un solo PET sea insuficiente.

-Trabaja en la sanidad pública y en la privada. ¿Son complementarias o competidoras?

-Son complementarias. Salvo en Andalucía, a nivel nacional hay muy buena relación entre una y otra. Aquí parece que lo público es lo bueno y lo privado lo malo. En ese sentido, queda camino por recorrer para reducir listas de espera quirúrgicas, de pruebas... Sobre todo, buscando el beneficio del paciente, la no existencia de listas de espera y la rapidez de actuación.

-Entonces debería haber más conciertos. Pero eso entraña un coste para la sanidad pública.

-La sanidad privada es más barata que la pública. El coste cama/día es más económico en la sanidad privada. Así que el motivo [de que no haya más relación público-privada] no es económico, sino de filosofía de colaboración. Es 'prefiero que espere el paciente a que vaya a la privada' y eso es un error. En otras comunidades hay una verdadera buena relación.

-¿La crisis ha perjudicado a la sanidad privada?

-Al revés, debido a la crisis, la sanidad privada goza de buena salud. Debido a los recortes, muchas personas acuden con más frecuencia a la privada buscando soluciones. Porque hay más listas de espera, hay más demora en los diagnósticos, en el inicio de los tratamientos; entonces hay más demanda en la privada. La crisis ha puesto en valor la sanidad privada porque las personas no pueden esperar eternamente para operarse.

-¿Le pondría un megahospital a Málaga?

-No. Por dos razones. En primer lugar, porque habría un problema de accesibilidad. Un megahospital habría zonas de población con más dificultad de acceso por la distancia. En segundo lugar, porque la política de fusión hospitalaria no ha dado el resultado esperado e incluso ha creado malestar en los profesionales. Ahí está la manifestación que ha habido en Granada. Aquí en Málaga, la fusión se ha quedado a mitad de camino, con muchas víctimas profesionales.

-Los recortes sin duda han impactado en la asistencia...

-Debido a los recortes y a los problemas derivados de la fusión, ha habido profesionales que no han sido bien tratados o han sido relegados por la Administración. Desde el Colegio de Médicos se está trabajando con los profesionales y las asociaciones de pacientes para valorar de forma imparcial la situación creada a muchos médicos y pacientes y las medidas a tomar.

-¿Qué le agregaría a Málaga?

-Más teatros. Echo de menos también que los autores literarios se reúnan y tengan debates sobre obras. En el Colegio de Médicos vamos celebrar un debate con autores de la Generación del 27.

-¿Y en infraestructuras?

-Más zonas deportivas; sobre todo en los barrios más marginales donde los factores de riesgo oncológicos y cardiovasculares se multiplican. Desde el municipalismo y desde la Junta hace falta una campaña de educación para la salud para combatir la obesidad, el sedentarismo, el tabaco el alcohol; promoviendo el ejercicio físico. En Málaga, los índices de obesidad infantil son altos, sobre todo en los barrios periféricos.

-Pero justamente esta semana se ha conocido un anteproyecto legislativo de la Junta en para atajar la obesidad.

-Bueno, esas son medidas positivas, pero hay que bajar más a la arena con la educación en los colegios, con cambios en la actividad deportiva. Hay que trabajar desde los ayuntamientos y la Administración autonómica con políticas a pie de calle para reducir la obesidad, el sedentarismo y la mala alimentación. No creo que por decreto eso tenga efectividad. Tienen que ser medidas muy cercanas, muy al lado del niño, con los profesores, con las familias... Porque todas las prohibiciones que salen de arriba nadie las cumple.

-¿El Metro lo prefiere soterrado o en superficie?

-Soterrado. Lo contrario es un tranvía. Si va soterrado es mejor para la circulación, para evitar accidentes, para la rapidez. Que tienes más costes, sí...

-Los museos Pompidou y Ruso pierden visitantes. ¿Hay gente para tantos museos?

-Confío en el futuro de esos museos que han puesto a Málaga en el top ten de la ciudad como capital cultural. Confío en que se van a llegar, es cuestión de paciencia. Porque así el que visita Málaga tiene una amplia oferta cultural Málaga se ha convertido en un referente cultural a nivel nacional e internacional.

stats