Las nuevas relaciones del Ayuntamiento de Málaga con el Gobierno japonés y algunas de las empresas de este país puede empezar a redundar de forma positiva sobre el tejido empresarial y laboral de la capital de la Costa del Sol. Así al menos lo cree el alcalde, Francisco de la Torre, que el próximo día 14 viajará a Bruselas para reunirse con el director ejecutivo de Toyota Motors Corporation, Masahisa Nagata, en un intento por lograr una acuerdo que permita aumentar los pedidos que la marca automovilística ya realiza a la fábrica de Fujitsu Ten instalada en la ciudad.

El encuentro, al que el regidor del PP acudirá acompañado del portavoz del equipo de gobierno del PP en la Casona del Parque y concejal de Nuevas Tecnologías, Mario Cortés, y del presidente de Fujitsu Ten en Europa, Masaki Hitotsuya, incluirá la visita al cuartel general de Toyota en el viejo continente y a la planta de fabricación que la cadena tiene en Francia.

"Lo que queremos es plantearle al presidente de Toyota en Europa la posibilidad de que contemple aumentar los pedidos que actualmente realiza a Fujitsu en Málaga", explica Cortés, que estima que de ser frutífero el intento, podría suponer un aumento considerable en la producción de estas instalaciones. Según sus datos, la misma se encuentra en este momento a la mitad de su capacidad real, con lo que de ampliarse los pedidos, podría dar lugar a la contratación de unos 300 operarios.

Sea como fuere, lo que hace ahora regidor no es más que un intento por sacar partido del clima de entendimiento que existe con Japón. Muestra de ello es el programa Zem2All, que se desarrolla en la capital de la Costa del Sol en colaboración con el Gobierno de Japón y la empresa Mitshubishi, y el viaje que ya realizó el pasado mes de mayo Tokio para participar en el encuentro Community Summit Japan 2013, en el que se presentó la capacidad tecnológica de la capital malagueña como smart city.

Actualmente, apunta Cortés, Toyota tiene contratos con la planta malagueña para el suministro de ciertos elementos electrónicos y airbag. El objetivo, insiste, es que la firma japonesa de automóviles demande a Fujitsu Málaga más trabajo del que hasta el momento está realizando, potenciando unas instalaciones que ya están capacitadas para asumir una hipotética nueva carga de trabajo.

La automoción ha acaparado en los últimos ejercicios el 80% de la facturación de Málaga, que el año pasado ascendió a 70 millones. El 80% de la producción se destina a exportación, principalmente a Reino Unido, Francia, Rusia o Turquía. Según los datos aportados el pasado mes de mayo por la multinacional, son 600 los empleados que tiene en Andalucía, 480 de ellos en Málaga y 120 en el Centro de Gestión Remota situado en Sevilla, donde la plantilla se ha incrementado un 20% desde que abrió.