Raúl López, quien fuera concejal del PP en los dos últimos mandatos, se convierte en el décimo ex edil rescatado por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. Tras ser excluido de la candidatura con la que concurrió a los pasados comicios locales, el regidor acordó ayer con los socios privados de la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa) su nombramiento como nuevo gerente de la empresa mixta. La decisión contó con el voto contrario de todos los grupos de la oposición.

El nuevo directivo pasará a percibir 53.380 euros brutos anuales, si bien, según informaron fuentes próximas al consejo de Smassa, De la Torre dejó la puerta abierta a que, si así lo consideran las empresas privadas, pueda beneficiarse de un complemento por objetivos. En la misma reunión celebrada en la tarde de ayer se acordó el cese de José Carlos Romero como gerente de la sociedad de aparcamientos. Su desvinculación se hará efectiva el día 26, fijándose una indemnización de 11.505 euros.

Los grupos de la oposición, PSOE, Málaga Ahora, Ciudadanos y Málaga Para la Gente, coincidieron en lamentar "la falta de transparencia" del regidor, pese a "decir continuamente que estamos en una nueva época de consenso y de diálogo", dijo la concejala socialista Lorena Doña.

De hecho, estas formaciones reclamaron la convocatoria de un concurso público para elegir a la persona más adecuada en función de sus méritos. Por ello, criticaron "el dedazo de De la Torre", mostrándose en contra también de "las puertas giratorias". "Esa cacareada transparencia de la que hace gala se ha traducido en opacidad", insistió la edil del PSOE, que lamentando que "no haya escuchado a ningún grupo".

En la misma línea se pronunció el viceportavoz de Ciudadanos, Alejandro Carballo, quien indicó que "a De la Torre se le llena la boca diciendo que busca el consenso con la oposición, pero resulta que toda la oposición hemos votado en contra". "Estamos en contra de los dedazos y de las puertas giratorias", dijo.

De otro lado, la posición unánime de los grupos de la oposición sí permitió echar para atrás la continuidad del gerente de Limposam, obligando al equipo de gobierno a establecer un nuevo proceso abierto y transparente para designar al nuevo responsable de la sociedad. Ante esto, el equipo de gobierno deberá convocar un consejo extraordinario para poner en marcha este procedimiento de cara a la designación del nuevo gerente, cuyo contrato termina en mayo de 2017.