Turquía, el destino de miles de calvos al que ponen reparos los especialistas
Alertan que más que en el precio hay que fijarse en la cualificación de los profesionales
Miles de calvos peregrinan cada año a Turquía, meca de los trasplantes de pelo, atraídos por tarifas baratas. Pero los especialistas advierten que más que fijarse en los bajos precios, hay que tener en cuenta la cualificación de los profesionales que los hacen. Teresa Meyer, directora médico de BHR Clinic Spain, resume sus reparos al destino turco en que los implantes se hacen sin diagnóstico, quien opera no siempre es médico y se "destroza" la zona donante. Y añade: "En Turquía hay cuatro cirujanos buenos y no son los low cost".
David Pérez-Meza, especialista de Vithas Xanit Internacional, sostiene que "los pacientes pueden ir a donde lo deseen para su implante capilar, pero no solo debería de tenerse en cuenta el bajo coste, ya que lo más importante es la valoración y plan quirúrgico por un cirujano calificado con entrenamiento y experiencia. Muchas veces los pacientes son evaluados e intervenidos quirúrgicamente por personal no médico. También hay que tener en cuenta, que si sucede una complicación, el paciente en algunos casos tendría que viajar a ver al cirujano nuevamente". Y asegura que debido a intervenciones hechas por profesionales que "no tienen entrenamiento ni experiencia en el implante capilar, vemos cada vez más pacientes insatisfechos, complicados por inadecuados planes quirúrgicos y zonas donadoras devastadas con demasiadas extracciones o resultados poco naturales". Incluso apunta que a veces luego necesitan una o dos cirugías "para reparar la complicación". Y en ese aspecto incide también el catedrático de Dermatología de la UMA, Enrique Herrera, que señala que un implante capilar es una cirugía y pueden surgir complicaciones, rechazos o infecciones. "Allí en Turquía puede ser más barato, pero las garantías no son las mismas", afirma.
Néstor Pisano, de la Pisano Hair Trasplant Clinic , también es crítico con este turismo sanitario: "Hay pacientes que miran más que le pagan el hotel. Y en lo que hay que enfocarse es en la cirugía; no en el paseo por Turquía, no en el hotel". Todos dicen que, además, es conveniente que el centro sea cualificado, cercano y de confianza por si surge alguna complicación.
"En Estambul me ha costado menos de la mitad que aquí"
Antonio, a sus 44 años, tenía bastantes entradas. Se metió en foros y decidió hacerse un trasplante de pelo en Turquía. Se operó hace seis meses. "En Estambul me ha costado menos de la mitad. Me pusieron 4.600 folículos. Han sido 3.000 euros cuando aquí me habría salido casi 10.000", asegura. Y esos 3.000 euros incluyeron avión, hotel, desayuno, desplazamientos y operación. Hizo las gestiones a través de un touroperador italiano, con representante en Barcelona, que le organizó el pack completo. Estuvo allí cuatro noches. "No tenía complejo, pero me lo podía permitir y me planteé por qué no hacerlo. Ahora me veo más guapo cuando me miro al espejo", sostiene. No tuvo complicaciones y "todo fue bien". Antonio relata un detalle de su viaje que da idea del turismo sanitario que existe hacia Turquía con estos injertos. Voló desde Málaga hacia Estambul. Al llegar al aeropuerto, lo esperaba un empleado del touroperador. Y no solo a él. También a dos sevillanos que no conocía y que iban en el mismo vuelo con idéntico fin: un trasplante capilar.
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