La UMA cuenta con controles "exhaustivos" para evitar fraudes académicos
El vicerrector de Estudios Posgrado asegura que las tesis doctorales se someten a estrictas "supervisiones" y recuerda que "está en juego el prestigio del director"
"Hacemos una labor exhaustiva y queremos que los trabajos de investigación que salen de aquí sean los mejores. La persona que lo dirige es la más interesada en que no haya ningún problema porque está en juego su prestigio profesional y académico". La reflexión es de Gaspar Garrote, vicerrector de Estudios de Posgrado, que asegura que la Universidad de Málaga cuenta con un sistema especializado de control, que integran entre otros una herramienta antiplagio, para evitar los fraudes académicos. Y lanza una advertencia: "Cumplir las normas es más sencillo que incumplirlas".
Durante el curso 2017-2018, se leyeron y aprobaron 72 tesis doctorales, frente a las más de 300 registradas en el año anterior, lo que responde, principalmente, a una modificación de la legislación. En los últimos cursos, no obstante, se ha producido una "avalancha" de defensas. Hasta la fecha no se ha detectado ningún caso de plagio, gracias, resalta el vicerrector, a los estrictos controles a los que se exponen.
En palabras de Garrote, estas investigaciones se erigen en uno de los documentos "más sometidos a supervisiones durante todo el proceso de elaboración". Un procedimiento "de años y ultracontrolado por especialistas en la materia", para, recalca, "asegurar que se cumple la investigación original y que ésta aporta un incremento al conocimiento".
Pero, ¿en qué consiste ese procedimiento? El director y el tutor que se les ha asignado al doctorando se encargan de examinar en primera instancia el trabajo desde el punto de vista científico y académico. Los alumnos afrontan una evaluación anual mientras forman parte del programa de doctorado. Asimismo, la comisión académica nombra los tribunales ante los que los aspirantes al grado de doctor tienen que justificar que el proyecto se ajusta a los principios metodológicos de la disciplina y a los objetivos. "Dos evaluaciones continuas negativas dan lugar a la salida del programa por parte del doctorando, que tiene derecho a recurrir la evaluación, de la que se encarga la comisión de Posgrado", explica el vicerrector.
Una vez que se ha finalizado la tesis, ya autorizada para su lectura, el documento se remite a dos evaluadores externos a la UMA, que pueden ser españoles o extranjeros, además de especialistas en la materia, y que emiten un informe valorando los aspectos que el doctorando tendría que modificar. Los resultados deben tenerse en cuenta y hay que proceder a su corrección. Comienza así una nueva fase de control, la de poner el texto a disposición de cualquier miembro de la comunidad universitaria que quiera examinarlo. Con ello se da luz verde a un periodo de difusión pública de la tesis, junto a la emisión de alegaciones.
La investigación se defiende ante un tribunal en una sesión pública, a la que puede asistir cualquiera. Los doctores, además, tienen la posibilidad de intervenir junto al resto de miembros. A renglón seguido, el alumno defiende su tesis "contraargumentando las objeciones". Una vez que la investigación ha sido publicada, todas las universidades envían una ficha al Ministerio que se publica en la plataforma Teseo, donde está registrada la tesis doctoral del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el punto de mira tras las acusaciones sobre posible plagio vertidas por la prensa.
El portavoz de Estudios de Posgrado de la UMA remacha que estas investigaciones se publican, ya sea a través de un enlace a la ficha que ha sido remitida al Ministerio, en repositorios institucionales de las universidades, en forma de libro o bien se difunden a través de una patente". En este caso, existe un compromiso entre el director y la empresa de no haber publicado previamente el texto original. El periodo de embargo oscila entre los 2 y 3 años.
En cuanto a los trabajos de fin de máster, que el año pasado defendieron en torno a 2.000 alumnos, los mecanismos de control, según el vicerrector, resultan similares a los que exigen las tesis, aunque, matiza, "más reducidos porque son una asignatura más del plan de estudio". También en este proceso el estudiante "es guiado por el tutor", que vuelve a poner "en juego su prestigio". "En la UMA es obligatoria la lectura pública del trabajo porque consideramos que el estudiante también debe adquirir la capacidad de defender la investigación", apostilla el responsable de Posgrado, convencido de que polémicas como la que ha llevado a dimitir a la ministra de Sanidad, Carmen Montón, por supuestas irregularidades en su proyecto de fin de máster, "tiene también efectos positivos" al permitir dar a conocer cómo se procede en las universidades.
No hay comentarios