Málaga

La UMA investiga transformar el alga invasora en compostaje o cosmética

El catedrático de Ecología en la Facultad de Ciencias de la UMA, Félix López Figueroa. El catedrático de Ecología en la Facultad de Ciencias de la UMA, Félix López Figueroa.

El catedrático de Ecología en la Facultad de Ciencias de la UMA, Félix López Figueroa. / M. H. (Málaga)

El Instituto de Biotecnología y Desarrollo Azul de la Universidad de Málaga (UMA) investiga un proyecto para transformar y reutilizar el alga asiática Rugulopterix okamurae -que está inscrita en el ‘Catálogo español de especies exóticas invasoras’ del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico-, como fertilizante o cosmética, una iniciativa que busca incrementar el conocimiento científico de este vegetal marino, ligado a un posible desarrollo industrial  en consonancia con la estrategia de control nacional, según ha destacado el catedrático de Ecología en la Facultad de Ciencias, Félix López Figueroa.

El proyecto ‘Bluemaro’ nació hace un año y medio, está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, y está desarrollado por “15 investigadores de la UMA” con algas procedentes del Estrecho de Gibraltar, principalmente Tarifa; la zona occidental de Málaga y el paraje natural Maro Cerro-Gordo.

Entre los objetivos del proyecto de investigación, López ha destacado el “adquirir conocimientos científicos sobre esta especie” relativos a “conocer cómo se adapta a nuestro ambiente, cómo varía su respuesta fisiológica y biológica a lo largo del tiempo o si hay algún factor ambiental que pueda producir un efecto negativo”.

Arribazones del alga asiática en la costa. Arribazones del alga asiática en la costa.

Arribazones del alga asiática en la costa. / M. H. (Málaga)

También se encuentra en un segundo grado el tener “más conocimiento sobre sus propiedades biotecnológicas” para que tanto la administración como las empresas se planteen ejecutar “proyectos piloto y valorar su uso”, además de “favorecer al control” de esta especie de alga invasora, ha agregado.

Según ha declarado el catedrático, la iniciativa interdisciplinar abarca “estudios oceanográficos, fisiológicos y biotecnológicos”, lo que permite “investigar los posibles usos en distintos niveles como el de bioestimulantes, de compostaje como alimento de peces y productos cosméticos”.

López ha señalado que en los tres puntos geográficos se están estudiando aspectos como “la evolución de las poblaciones in situ con inmersiones, tomando muestras para ver la variabilidad de los compuestos a nivel estacional” de las algas, así como se realizan “ensayos”.

En cuanto a su aplicación, el catedrático ha explicado que en un principio, “las especies invasoras exóticas tienen prohibido su explotación”, pero ha precisado que la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad establece que “puede darse un uso, siempre que esté relacionado con la estrategia de control”.

De este modo, el proyecto apuesta por reutilizar las “miles de toneladas” de algas que aparecen en las costas para un posible “desarrollo industrial que tiene que estar ligado a un plan de control” como se hace con otras especies invasoras, como por ejemplo “el cangrejo americano”, y que “esa biomasa que está disponible, tenga un uso y no se tire”.  

En este sentido, ha explicado que “con la transformación de la biomasa hemos conseguido producir pienso de una calidad similar a la del mercado para alimentar a las lubinas”, cuya publicación está a punto de salir. El proyecto también contempla un uso agrícola del alga asiática en materia de “compostaje” y “se ha conseguido fabricar compost, por lo tanto, tierra para la agricultura”.

Un tercer uso que se está investigando es la creación de “productos cosmecéuticos”, un término que hace alusión a las propiedades cosméticas y farmacológicas del alga, así como se está estudiando “la capacidad antioxidante y anti acné”, ya que la Rugulopterix okamurae “ataca las bacterias que lo producen”.

 

 

 

 

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