La Universidad de Málaga lleva años trabajando para seguir aumentando su partida de dinero destinada a la investigación para que haya cada vez más investigadores en la institución. En tan solo siete años la UMA ha logrado alcanzar los 335 grupos de investigación “vivos”, casi 70 más que en 2016. También cabe señalar que en 2015 el presupuesto para los investigadores era de 600.000 euros y ahora es de más de cuatro millones de euros.

Captar el talento y atraerlo es primordial para la Universidad de Málaga. Por ello, llevan años trabajando para dedicar más fondos a la investigación. En el curso 2016-2017, el número de grupos de investigación ascendía hasta los 266 y siete años después hay 335 grupos. En aquel año fue cuando en julio de 2016 se aprobó el I Plan Propio de Investigación y Transferencia y la inversión se multiplicó un 250% y en 2017 el presupuesto superó los 2,3 millones de euros.

Varios años después, el presupuesto de este plan propio es superior a los cuatro millones de euros. Concretamente, las cuentas anuales de la UMA del 2022 reflejan que el año pasado la institución pública invirtió 4.856.328 de euros. Para 2023, el presupuesto estimado para los grupos de investigación asciende hasta los 4.242.034 euros. En este sentido, María Zaida Díaz Cabiale, vicerrectora de Investigación y Transferencia, destaca que los fondos propios que tiene este plan cuentan con una partida para el personal y otra para becas de investigación. Al igual que también busca acercar el mundo de la investigación a los alumnos de TFG y TFM y trabajan para “facilitar la labor del investigador” asistiendo a congresos, realizando estancias, trayendo a investigadores y ayudándoles a acercar a la sociedad los resultados de sus trabajos.

Por otro lado, el personal docente e investigador, que asciende a las 2.690 personas, de las cuales 2.172 son doctores y 335 catedráticos, presentan sus investigaciones a diferentes convocatorias regionales, nacionales y europeas para conseguir financiación externa. Entre ellas destacan los más de 6,8 millones de euros de financiación para proyectos de investigación de la convocatoria 2022 del Plan Nacional que les han sido concedidos a la UMA por el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Por otro lado, la UMA también se hizo con 4,5 millones de euros del I Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023 para el impulso de proyectos orientados a la transición ecológica y digital, según resolución provisional. En total fueron 26 los proyectos de la UMA que se beneficiarán de esta inyección económica concedida por el Ministerio de Ciencia e Innovación, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Asimismo, actualmente están a la espera de que se conozcan los resultados de la convocatoria de 2022 del programa de ayudas a la I+D+i del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI), pero en la de 2021 se hicieron con más de 3,5 millones de euros. Con este dinero se quería impulsar 30 proyectos de excelencia, 20 en la modalidad de ‘Retos de la Sociedad’ y una decena en la de ‘Generación de Conocimiento’.

Como novedad la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía inyectará antes de final de año 4,89 millones de euros a la Universidad de Málaga (UMA) para financiar los proyectos y actuaciones recogidos en su plan propio de investigación y transferencia. En este punto, la vicerrectora de Investigación y Transferencia asegura que “estos millones nos lo han dado para el plan propio”. Además, añade que “nos van a permitir ejecutar esa cuantía cuando tengan lugar las convocatorias en los próximos dos años”. Por lo que este dinero, que aún deben recibir, se repartirá en convocatorias a las investigaciones que lo soliciten y se podrá utilizar en los próximos dos años.

En relación al aumento de la financiación para los investigadores, Díaz Cabiale sostiene que en los últimos años se ha realizado “un trabajo muy importante” para aumentar las ayudas e impulsar la figura del investigador. Asimismo, señala que al apostar por los investigadores jóvenes hace que se sientan apoyados y también que “puedan realizar mejor su trabajo y sean más competitivos”.