La Universidad ficha a un equipo de mentores para guiar a sus 'spin off'
Es la primera en España que crea un equipo profesional fijo para apoyar a sus emprendedores
La Universidad de Málaga (UMA) ha creado una red de mentores para tutelar durante los primeros meses de vida los proyectos que ganan el concurso de spin off de la institución académica. Esta es la primera iniciativa de estas características que pone en marcha una universidad española. Su principal singularidad reside en el compromiso que ata a emprendedores y mentores. No se trata de una relación casual ni de un tutelaje genérico y distante, sino de un seguimiento directo y personalizado.
La red está conformada por seis profesionales que tienen en común experiencia propia como emprendedores y trayectoria en el segmento de las empresas de base tecnológica. "Son mentores externos a la universidad, con un perfil que les facilita la empatía con los promotores de las spin off y son también emprendedores y profesionales reconocidos en la provincia", subraya Rafael Ventura, vicerrector de Innovación Social y Emprendimiento.
La UMA busca que el equipo de asesores proporcione experiencia y conocimiento a los responsables de cada proyecto, "diseñe la hoja de ruta, marque el ritmo de trabajo, objetivos y obligaciones", aporte nuevos puntos de vista hasta el punto de tener capacidad de introducir cambios en los proyectos, y ponga a los emprendedores en conexión con sus contactos, potenciales clientes, socios y posibles inversores.
La red está compuesta por Alejandro Hiniesta, fundador en 2010 de Hiniestic, Álvaro Villacorta, creador entre otros proyectos de Hello Givers especializada en servicios de enfermería e inversor en capital semilla, Beltrán Berrocal, vinculado a Eyevel y responsable de la comunicación de la fundación que gestiona el legado del escultor Miguel Berrocal, Emilio Solís, experto en formación y diseñador de la aplicación de regalos Lovit, Javier Butragueño, ingeniero que ideó Stemxion, una firma que lleva la ingeniería a los niños, y Víctor Tienda, con una larga trayectoria como consultor de startup.
La Universidad de Málaga cuenta para este curso con un presupuesto de 30.000 euros para el programa de mentorización denominado Polaris que integra tanto este grupo de mentores, como un equipo de expertos en diferentes disciplinas, desde el marketing al asesoramiento fiscal o financiero, a los que pueden acudir los emprendedores para resolver dudas específicas que surjan en cada materia.
Mientras los asesores generalistas mantienen una relación constante y permanente con la empresa que tutelan, el acceso a los mentores especializados está circunscrito a 12 sesiones o consultas que se gestionan a través de lo que denominan tickets.
Los proyectos empresariales sometidos por primera vez a este sistema de tutelaje en la Universidad de Málaga son 10 de las 14 que se impusieron en la última edición del concurso de spin off. Se trata de My Leaf, una aplicación ideada para poner en contacto a pacientes de enfermedades raras, Mitbits, app diseñada para acercar perfiles y facilitar los contactos en los encuentros profesionales, Knock-Knoc, que ofrece un sistema de control, comunicación y detección de emergencias para personas mayores, Whispers, plataforma especializada en música que organiza conciertos exclusivos de artistas locales, Rodaja, Bon Fire y PiggyBoy, las tres dedicadas al diseño y desarrollo de videojuegos, Pic and Map, que permite personalizar mapas con fotografías, Zzzone, que plantea fórmulas hasta ahora inéditas relacionadas con el descanso y el ocio durante el tiempo de espera en los aeropuertos y, Soluzderm, liderada por el profesor de la UMA José Aguilera, que ofrece servicios relacionados con su actividad científica en las áreas de la fotodermatología y la fotoprotección.
Las diez spin off están instaladas en el espacio de incubación del Lynk by UMA, creado en el edificio el Rayo Verde, en la zona de la ampliación del Campus de Teatinos. La Universidad les brinda a los ganadores del concurso de emprendimiento un año de alojamiento gratuito, que se suma a un plan de formación y desde octubre de este año, además, la monitorización por expertos.
Este es el segundo año de vida de Lynk by UMA. "Está concebido como un espacio de experimentación y un laboratorio de proyectos de base universitaria", matiza el vicerrector Rafael Ventura.
La primera tanda de spin off que han pasado por estas instalaciones viven y gozan de buena salud un año después. En la primera edición, en la que todavía no estaba disponible el programa de mentorización Polaris, se alojaron en la incubadora ocho proyectos.
Transcurrida la fase de arranque, una de aquellas startup se ha instalado en el centro de Málaga, seis han alquilado oficinas en el edificio Rayo Verde, pero no en la zona de incubación sino en la reservada a las empresas, y la octava se ha trasladado a Barcelona para abordar su internacionalización. El salto a Cataluña lo ha dado Workkola, plataforma de empleo que pone en contacto a estudiantes y recién licenciados con startup. Esta firma es, por otra parte, una de las 10 seleccionadas entre 850 startups de más de 30 países para seguir un programa los disputados programas de formación que organiza Startup Boot Camp.
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