El motivo del desalojo del inmueble es que se tiene que someter a unas obras de gran calado en totalidad del edificio debido a un defecto estructural. El informe técnico recomendó que los trabajos se realizaran sin personal dentro del edificio.

Dos años antes de la mudanza, en 2017, saltó a la luz pública que daños estructurales en el edificio obligarían a cerrar esta sede de forma temporal, por lo que la Agencia Tributaria tenía que buscar una nueva ubicación en la que instalar a sus aproximadamente 700 funcionarios y prestar atención al público.

Las conclusiones preliminares del informe técnico sobre las catas realizadas en el mes de marzo de ese año, recomendaron el refuerzo de las zonas que están soportando un mayor peso en el edificio. En el mismo informe se estimó que era mejor realizar las actuaciones sin personal dentro del edificio, por lo que tuvieron que tomar las medidas necesarias para el traslado del personal a otras instalaciones.

Según los primeros informes, las obras consistirán en la demolición del revestimiento de la estructura principal, incluyendo techos y tabiques. Una vez efectuada esta fase y conocido el estado final de toda la estructura, será cuando pueda elaborarse el proyecto de reforma necesario, lo que dará pie a la posterior etapa de contratación de la obra por parte de los servicios centrales de la Agencia Tributaria.

Será ese momento cuando pueda perfilarse el coste final de la obra y los plazos de la misma. La previsión es que esta actuación incluya el saneamiento de la estructura, la introducción de refuerzos en forjados y pilares mediante placas de refuerzo y vigas de gran tamaño. Igualmente, se indicó que se quería aprovechar el vaciamiento para acometer trabajos de adecuación y modernización integral del inmueble.

La mudanza de 528 trabajadores

De acuerdo con el cronograma incluido en el pliego de condiciones técnicas que rigió el concurso, el traslado global se dividió en cinco fases. La primera incluyó la mudanza de 126 puestos de trabajo, destinados principalmente a Inspección, al Málaga Plaza, una de las tres ubicaciones privadas arrendadas por la Agencia Tributaria.

En la segunda fase, 96 puestos se desplazaron al edificio Rialto, localizado en la calle Hilera. La tercera fase fue la de mayor volumen, afectando a 264 puestos de la sede central, que serían trasladados al edificio Gaybo, situado en la calle Héroe de Sostoa. 

La cuarta fase traería consigo la llegada de 42 trabajadores al edificio Aduana Marítima, en Muelle Heredia. Para poder dar cabida a estos operarios, se ejecutaron trabajos de adecuación de la planta alta del inmueble.

La quinta y última etapa estuvo relacionada con el "vaciado definitivo" de las dependencias de la Agencia Tributaria en la sede central, entre ellos, el traslado de los 7.275 objetos, incluyendo 976 mesas, 627 cajoneras altas, 637 pantallas PC, 469 papeleras, 592 PC, 529 sillas para el público, 537 sillas para oficina y 775 teléfonos.