Vehículos clásicos, la distinción de los románticos

Una hora después de abrir sus puertas, la Retro Auto&Moto Málaga ya contaba con un buen número de visitantes. Algunos con una punzada de envidia al contemplar coches clásicos como el Aston Martin, el Mercedes Alas de Gaviota, el Jaguar Etype o el Sbarro Challenge, un diseño suizo del que sólo se hicieron diez ejemplares -el que se exhibe en Málaga es el número siete. Este salón comercial que nace con la expectativa de convertirse en referente del sur de España muestra hasta mañana domingo unos 350 vehículos clásicos. Pero también cuenta con un mercadillo de piezas de repuesto, además de concentraciones y homenajes como el que se le brinda al Ford Mustang en su 50 aniversario. En total sus organizadores prevén que se muevan un millar de vehículos en torno al evento.

Coches y motos de particulares que esperan ser vendidos, de profesionales, de clubes que prevén captar nuevos socios o de firmas de compra y venta de estos vehículos acuden al salón que también muestra tres piezas del Museo del Automóvil. La simbiosis entre ambos espacios es tal que con la entrada a la feria se puede visitar también el espacio museístico de Tabacalera. Sin dejar a un lado la vertiente comercial del salón, los organizadores buscan atraer público al mundo clásico del motor. "Son vehículos con más de 25 años, piezas del pasado que pueden ser bastante exclusivas y que a la gente le gusta por ese punto de romanticismo que tiene", explica José Enrique Elvira, director general de Eventos del Motor, organizador de la feria.

"Los coches actuales son muchos más cómodos y muchísimo más seguros, pero estamos hablando de coleccionismo, de restaurar poco a poco una pieza, ver cómo evoluciona y cuidarlo", considera Elvira, que también señala que se trata de "una buena inversión". Por poco más de 1.000 euros se puede comprar un vehículo clásico que, según el director de Eventos del Motor, siempre incrementará su valor. Los Renault que recuerdan a los abuelos, los Mini o las Vespas en las que los novios llevaban a sus enamoradas al paseo de los domingos harán retroceder décadas a los visitantes con propuestas que pueden estar al alcance. Pero también hay exquisiteces que pueden llegar al millón de euros.

Sin embargo, en el expositor de repuestos El Arca de Noez la pieza más cara es un motor de arranque de un Ford de los años 20 que se vende por 250 euros. En este puesto del mercadillo, Domingo García busca un cuentakilómetros para su Porsche Flash Bau del 85. No lo saca apenas del aparcamiento, para él es una joya de coleccionista. "Los coches clásicos aportan distinción, además antes todo era más artesanal, de ahí su valor", dice. Su amigo finlandés, que tiene un modelo de 1928, lo tiene claro. "Ahora todo es plástico, antes todo era acero", asegura este aficionado en mitad de este particular viaje en el tiempo.