La luz de La Victoria envuelve a la Virgen del Monte Calvario

La corporación nazarena del Viernes Santo escogió un recorrido completo por su barrio para la celebración del 75 aniversario de la devoción a la Dolorosa

La Hermandad realizó dos turnos de portadores que se rotaron durante el recorrido.
José Luis Pérez Málaga

09 de octubre 2016 - 01:00

El sello de la hermandad del Monte Calvario en la calle es inconfundible. Cada Viernes Santo demuestran que su cortejo nazareno cumple con el ideario marcado por los fundadores de la cofradía, y en la jornada de ayer las calles del barrio de La Victoria fueron testigo de ello. La devoción a la Virgen que se venera en la pequeña capilla que corona el tradicional chupitira se trasladó a la ciudad en una procesión de alabanza por el 75 aniversario de la Dolorosa.

La jornada comenzó en el interior de la basílica de La Victoria a las 12:00, con la misa estacional que estuvo presidida por el obispo de Málaga, Jesús Catalá. La presencia en el presbiterio de Manuel Gámez, a la postre fundador de la hermandad del Monte Calvario, se adivinaba en su figura e ilusión por poder formar parte de esta celebración.

Santa María del Monte Calvario quedó dispuesta junto al altar en su trono, iluminado y exornado con flores en tonos rosados y flores de cera. El conjunto estrenaba el bordado exterior de las bambalinas laterales por parte de Jesús Arco, así como una cruz de joyería que Manuel Fenoll realizó para la Virgen según diseño de Fernando Prini.

La elegancia en la ceremonia fue la nota predominante, con el añadido de una selección musical que hizo las delicias de todos los asistentes, con especial mención a las corporaciones victorianas.

Minutos después de las 19:00 se abrían las puertas del templo para iniciar la salida procesional, que contó con los sones de la banda de música de Nuestra Señora de la Paz. El cortejo contó con casi dos centenas de hermanos que portaron cirios para abrir camino a la Virgen del Monte Calvario, destacando la presencia de muchos de los anteriores hermanos mayores y otras personalidades de la historia de la corporación.

Con la marcha Virgen de la Victoria salía el trono a ras de suelo, mientras aleluyas con la imagen de la Virgen caían por el manto, prestado para la ocasión por la hermandad de la Paloma. Con un paso muy cadencioso realizaría su descenso por la explanada del Santuario, donde se pudo escuchar la marcha Flor del Calvario, realizada por Francisco Javier Criado y estrenada para la ocasión.

La comitiva recorrería las primeras calles del barrio de la Victoria con las últimas y anaranjadas luces del atardecer, enfilando su caminar hacia calle Ferrándiz. A su llegada a la iglesia de San Lázaro, el trono encaminó sus pasos hacia la puerta del templo, con el fin de realizar un especial saludo a la Virgen del Rocío mientras sonaban Reina de San Lázaro y La Estrella Sublime. Fuegos artificiales llenaron mientras los aplausos se expandían por la plaza de La Victoria.

El resto de la noche discurriría con miras puestas a conocer las calles recoletas que en su procesión habitual no consigue alcanzar. El escenario ideal lo pondría la Juventud del Rocío en calle María, adornada para una ocasión que guarda con mimo en la historia a la Virgen del Monte Calvario.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Elecciones en Extremadura

El PP se impone y el PSOE se hunde