Una comisión técnica del Banco Europeo de Inversiones (BEI) visita la capital de la Costa del Sol con la intención de conocer in situ el proyecto del Metro y solventar ciertas dudas sobre las ampliaciones de trazado previstas hasta Atarazanas, bajo tierra, y al entorno de los hospitales Civil y Materno Infantil, en superficie. Según pudo saber Málaga hoy de fuentes próximas a la iniciativa, la comitiva pretende aclarar diversos aspectos relacionados con esta modificación de recorrido, entre ellos el de la explotación. Cuestiones clave en el proceso de análisis que el organismo comunitario, con sede en Luxemburgo, realiza desde finales del pasado mes de diciembre para liberar los 46 millones de euros pendientes del préstamo ya concedido a la obra.

Toda la documentación necesaria para que el BEI dé luz verde a las variaciones introducidas en el modelo y en los plazos de terminación del suburbano fue remitida a finales del pasado año por la Junta de Andalucía. Sin embargo, según las fuentes, los técnicos del BEI han preferido solventar las dudas en persona.

Cabe resaltar que una de los argumentos empleados por la Administración regional para modificar el trazado del ferrocarril urbano, acortando su recorrido en el centro y prolongando la línea de Carretera de Cádiz hacia la zona norte, es que con ello se garantiza una demanda de 20 millones de viajeros anuales y la terminación de las obras en 2017.

Todas estas cuestiones enlazan con la decisión final del BEI sobre los 46 millones pendientes de aportar. Un ingreso fundamental para que, aunque de manera parcial, el Metro eche a andar. ¿Por qué? Porque de ello depende que la contratación del personal necesario para el inicio de la explotación comercial, de acuerdo con la posición adoptada por la concesionaria. No obstante, no se descarta la posibilidad de adelantar este procedimiento si existen garantías de que el abono se va a realizar.