Málaga

Visita del yate del rey saudí

  • El príncipe heredero embarcó en el puerto de Málaga para partir rumbo a Mónaco · Está en el cuarto puesto de los barcos de recreo más grandes y lujosos del mundo

El puerto de Málaga recibió ayer uno de los visitantes más ilustres y lujosos que surcan los mares rodeado del mayor de los hermetismos. Procedente de aguas marbellíes en las cuales ha permanecido 19 días fondeado (11 frente a Marbella y 8 en las inmediaciones de Puerto Banús), a las dos de la madrugada de ayer, atracó en el pantalán de Levante el yate Prince Abdulaziz propiedad del rey de Arabia Saudí. No es la primera vez que éste buque regio visita el puerto malagueño pues ya en octubre de 2002 pasó unos días amarrado en el muelle número uno, aunque en esta ocasión, la escala de este yate matriculado en Jeddah, participa de la muy especial peculiaridad de llevar a bordo a parte de la familia real saudí.

El superyate llegó desde Puerto Banús con la princesa a bordo. A lo largo de la tarde embarcaron un séquito de mujeres y un equipo médico y más de 300 maletas del equipaje de los ilustres pasajeros. Minutos antes de las 22:00 subió a bordo el heredero oficial de la corona, el príncipe Salman bin Abdelaziz que llegó a las instalaciones portuarias en una llamativa caravana de vehículos de alta gama. Consignado por la agencia Pérez y Cía, el Prince Abdulaziz, dejará el puerto malagueño, para viajar con casi toda probabilidad a Mónaco.

Construido en los astilleros daneses Helsingor Vaerft en 1984 y reformado en 2005, este superyate que originalmente se llamó Abdulaziz, fue diseñado por la empresa alemana Maierform Maritime Technology, estando sus interiores firmados por el diseñador David Hicks. Con su casco y superestructura de acero, el Prince Abdulaziz con 147 metros de eslora y 18,30 de manga y un desplazamiento de 4.620 toneladas de registro bruto, tiene la posibilidad de albergar a 64 pasajeros, estando su tripulación compuesta por 75 personas.

Con una plataforma para helicópteros a proa situada en su cubierta principal (este helipuerto está considerado como uno de los más grandes que actualmente existen a bordo de un barco no militar), el yate real saudí, con todos los cristales exteriores cromados que hacen imposible la visión desde el exterior, dispone de una decoración interior clásica que contrasta con sus líneas exteriores. Y aunque no se saben demasiados detalles acerca de los interiores de este superyate, al parecer, su vestíbulo principal recuerda a la decoración del afamado trasatlántico Titanic.

Un buque de recreo privado clasificado en el cuarto puesto del ranking de los yates más grandes y lujosos del mundo que se añade a la lista de otros grandes barcos tales como el Al Said yate del sultán de Omán o el Radiant, propiedad del magnate de los Emiratos Árabes Unidos Abdulla Al Futtaim que en las últimas semanas han visitado el puerto malagueño.

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