Cristina Escobar es ingeniera superior de telecomunicaciones y experta en seguridad con más de 50 años. Durante su larga trayectoria profesional ha trabajado para el Departamento de Seguridad de Estados Unidos, Francia o Israel. Es experta en redes 4G y 5G, Big Data, comunicaciones militares o modelos de transporte urbano. Pero llegó la pandemia, decidió volver a España tras años viviendo fuera y era totalmente incapaz de encontrar trabajo, hasta que en 2021 hizo el Curso de Experto en Ingeniería Inversa e Inteligencia Malware de la Universidad de Málaga y Google, la cantera de la ciberseguridad de Málaga.

Ahora forma parte de la Agencia Europea de Ciberseguridad de la Comisión Europea y trabaja en las áreas de Ciberseguridad y 5G del Ministerio de Economía de España. Este mes de mayo ha comenzado la cuarta edición del curso, todo un éxito a tenor de los resultados de los anteriores, con la particularidad de que, tras dos años impartiéndose online vuelve al calor de las aulas malagueñas. Son 28 plazas las que convocan este año con la vuelta a la presencialidad, para tener una clase “manejable” y a la que se puedan dedicar personalmente.

Más de un tercio de ellas son mujeres porque 10 de las plazas están reservadas a mujeres becadas por Google. “Todos los años tenemos muchísimas peticiones para las becas y tenemos que seleccionar entre las candidatas; la idea es fomentar el talento en este sector entre la población femenina”, comenta Gerardo Fernández, el profesor que tiene más horas lectivas, además de haber trabajado en el grupo de ciberseguridad de la UMA y ahora ser uno de los empleados de Virus Total en Málaga.

Señala Gerardo que no hay cursos en España que ofrezcan el paquete formativo de este curso. Además, la profundidad con la que se trata la ingeniería inversa te permite aplicarlo a otros muchos campos dentro de la ingeniería. Es por ello que la tasa de empleabilidad sea muy alta entre los que acaban obteniendo buen resultado tras las 172 horas que abarca. De los alumnos que no estaban trabajando y se encontraban en búsqueda de  empleo, todos están trabajando, “o más del 90% al menos”, asegura Gerardo, desde empresas como Google, McAfee o Deloitte a la OTAN o el Ministerio de Economía de España.

Haber finalizado este curso es una muy buena baza en sus currículos. Pese a ello, señala que la mayoría de los alumnos ya cuentan con trabajo y buscan mejorar de posición dentro de su empresa, cosa que consiguen una vez finalizado el curso. Otro de los casos de éxito, además del de Cristina, es el de Ana Tinoco, una estudiante de ingeniería de Telecomunicaciones que en el último año de carrera, e interesada por la ciberseguridad, pudo acceder a la primera entrega del curso de experta gracias a la beca que ofrece Google. Ahora, después de haber sido becaria en la empresa, trabaja en Virus Total.

Tinoco asegura que es un curso exigente, “intensivo, al que necesitas echarle mucho tiempo, pero si realmente te interesa la ciberseguridad, es recomendadísimo”. Es la misma idea en la que abunda Crisitina Escobar, que recuerda que pese a una gran formación asegura que el contenido de los cursos “es muy duro, no es para cualquiera”. Pese a ello, Bernardo Quintero, uno de los directores del Curso de Experto e impulsor de un centro de ciberseguridad de Google en Málaga, destaca que el grado de implicación de los alumnos es “muy alto, lo cual es necesario”.

Tanto es así que “los alumnos siempre demandan más horas, aunque son 172 horas siempre quieren más contenidos”. indica Gerardo Fernández. Una de las claves de esto, señala Ana Tinoco es que tener profesores que vengan de la empresa es “muy importante, es una gozada tener a profesores que te enseñan lo que usan en el día a día”. Idea que también defiende Escobar, que asegura que es “un equipo magnífico y los profesores se vuelcan con los alumnos”. No sólo están volcados con los alumnos, sino también con la comunidad y el ecosistema tecnológico de Málaga. “Uno de los intereses máximos es hacer el curso presencial para influenciar en el ecosistema de Málaga y ayudar a formarlo”, explica Gerardo Fernández.

Además, hace hincapié en que desde “Virus Total tenemos muy interiorizado que si tenemos necesidad de trabajadores especializados no podemos sentarnos y demandarlos, y por eso nos implicamos en la formación”.en ese sentido, Bernardo Quintero no se queda sólo con los cursos de última milla, que si bien “son importantes y seguiremos trabajando en este terreno”, son sólo una parte. Por eso señala que sería muy interesante trabajar desde la base, “despertar vocaciones tempranas”, es decir: introducir el pensamiento computacional en primaria. De momento, la cantera de la ciberseguridad de Málaga es este curso de experto universitario. Quizá el próximo paso llega en etapas más tempranas de la formación.