La pandemia ha hecho que los malagueños no pudieran ir a la playa a pasar la tradicional noche de San Juan desde el año 2019. Dos años de espera que terminan en medio de La Misericordia con una escultura de siete metros en la que un enorme misil, rodeado por ocho de menor tamaño caen desde tres aviones diferentes. En dirección a la tierra este júa refleja la situación que se está viviendo en Ucrania.

En las esquinas hay niños muy abrigados que, mientras sostienen un oso de peluche y una paloma blanca, abandonan sus hogares siendo apuntados por rifles desde el otro extremo de la escultura. Uniformes de color verde militar representan el otro bando de la guerra con espadas enganchadas en sus cinturones. El conflicto de Ucrania y Rusia está presente en la Playa de la Misericordia para ser quemado ante la mirada de cientos de malagueños que vuelven a celebrar esta tradicional noche.

Cientos de personas se pasean por la playa. Familias enteras con sus toallas y las típicas neveras azules esperan la medianoche para meter los pies en el mar y pedir un deseo después de dos años sin poder festejar la noche más corta del año. "El plan es estar en familia, ver la quema del júa, mojar los pies en el mar y pedir un deseo que hasta hemos traído una libreta para escribirlo" asegura Natalia, junto a sus dos hijas y su marido.  

Los más jóvenes ya han empezado a bailar para festejar el inicio del verano y despedir los exámenes hasta septiembre. Las ganas de volver a celebrar San Juan y el haber tenido que estar en casa estos últimos dos años hacen que en esta ocasión sea especial y Lucía, María y José están en la Misericordia, cerca de la orilla, para “pasarlo bien, meternos en el agua a las 12 y bailar mucho con el espectáculo”.

La Misericordia es la primera elección para muchos de los que están aquí desde hace varias horas para celebrar esta noche, en la que la tradición y la música se unen al lado de sus letras. Muchos malagueños acuden a esta playa por costumbre, por cercanía o en el caso de Lucía y sus amigas la pasarán aquí tras “hacer una encuesta en Instagram” y ver que la mayoría de sus seguidores iban a estar allí. Asimismo, Marta y Sofía quieren "bailar hasta altas horas de la noche y festejar que los exámenes han terminado" y que por fin comienza su verano.

La orquesta Ritmo andaluz prueba sonido al atardecer al son de la canción Mentirosa. Sobre el escenario una de las cantantes, micrófono en mano, proclama “Bienvenidos a la noche de San Juan de la Misericordia, en un rato estamos con vosotros”, mientras que un grupo de niños bailan y tocan las palmas en primera fila, bajo la atenta mirada de sus padres. 

Por su parte, J. I, agente de la Policía Local de Málaga, lleva más de 30 años en el cuerpo y muchos San Juan a sus espaldas. Por ello, asegura que este año, a pesar de que lleva dos años sin celebrarse, “hay menos gente que en otras ocasiones”. Asimismo, también sostiene que al haber caído entre semana puede que esto haya provocado que la presencia sea menor.

En cuanto al desarrollo de la noche, el agente de policía espera que transcurra “con total normalidad”, pero insiste en que están “preparados para cualquier demanda que haya, aquí hay muchas situaciones etílicas y se puede dar alguna pelea”. Desde principio de la tarde están trabajando haciendo acopio de materiales que puedan causar algún daño a los malagueños que paseen por la playa y también han retirado objetos que puedan utilizarse para realizar hogueras. El agente sostiene que “no se han quitado prácticamente materiales porque se ha dado tanta caña durante varios años y ya la gente no los trae”. De este modo, si alguna persona decide hacer una hoguera, están autorizados a apagarla y multarlos.