Cada día se practican en Málaga unos diez abortos. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, en la provincia en 2021 se registraron 3.754 interrupciones voluntarias del embarazo (IVE). La cifra supone que en la última década se ha producido un descenso de casi el 40%, ya que en 2011 sumaron 5.187. Entonces, eran unos 14 diarios a nivel provincial. La ley que está en vigor desde 2010 permite las IVE hasta la semana 14 de embarazo por decisión de la mujer. Antes de esa norma, sólo había tres supuestos: violación, malformación del feto y riesgo para la salud física y psíquica de la madre; siendo hasta entonces esta última la razón que se esgrimía en la abrumadora mayoría de los casos.    

Con la polémica suscitada sobre el aborto en Castilla León de fondo, es oportuno analizar los datos de Málaga. Y sufren una caída importante en la última década. La tendencia se replica a nivel nacional y autonómico. La bajada se debe a varias razones, según explica la presidenta de la Sociedad Andaluza de Contracepción (SAC), María Jesús Alonso. Por un lado, el uso de la píldora poscoital que evita el embarazo y puede adquirirse en farmacias sin receta. Por otro, el mayor acceso dentro de la sanidad pública a métodos anticonceptivos más duraderos y eficaces, como el DIU o los implantes subcutáneos. Otras causas del descenso de abortos pueden ser el menor registro estadístico debido a la pandemia y el regreso a sus países de mujeres inmigrantes (un colectivo con peso proporcional dentro de las IVE) debido a las últimas crisis. 

La bajada no es exclusiva de Málaga: en Andalucía, en 2011 se practicaron 23.281 interrupciones voluntarias del embarazo y en 2011 ascendieron a 17.487. Pero el descenso es más acusado a nivel provincial -38%- que autonómico -33%-. 

Entre otras claves para esa disminución está la irrupción en el mercado de la píldora poscoital o del día después, que evita que se produzca la gestación. Hay dos tipos: una, que se puede tomar hasta tres días del fallo del método anticonceptivo y que desde 2009 no requiere receta en las farmacias. Otra que se puede utilizar hasta cinco días después y que es de venta libre en las boticas desde 2015. Pero también se debe a que el dispositivo intrauterino (DIU) y los implantes (varillas subcutáneas que actúan durante unos tres años) antes se colocaban únicamente en los hospitales y en la actualidad se ponen en la mayor parte de los centros de salud. De modo que se ha facilitado el acceso a métodos anticonceptivos cuya eficacia es prolongada y no depende del buen o mal uso que haga de ellos la pareja, como puede ocurrir con el preservativo o el diafragma.  

La mayor parte de las mujeres que abortaron en 2021 en la provincia tenían entre 20 y 39 años, en términos más o menos equilibrados por distintas franjas etarias dentro de este grupo. Según los datos del Ministerio, 12 eran menores de 15 años, 380 tenían entre 15 y 19, 772 entre 20 y 24, 843 de 25 a 29, 772 de 30 a 34, 663 de 35 a 39, 273 de 40 a 44 y 39 superaban esta edad. 

Según sus estudios, el grueso de las mujeres que se sometieron a una interrupción voluntaria del embarazo tenían educación Secundaria -1.398- o Bachillerato -1.036-. La cifra cae casi a la mitad -603- entre aquellas con formación universitaria. Casi la mitad de las que abortaron -1.689 (45%)- no tenían hijos y la mayoría -2.246 (60%)- no se había practicado una IVE con anterioridad.   

Respecto al uso de métodos anticonceptivos, llama la atención el hecho de que el grupo más numeroso de mujeres que abortaron en 2021 correspondía a las que no utilizaron ninguno: 1.381 de las 3.754. El número supone el 37%. Dicho de otra forma, una de cada tres no empleó ningún método. 

Con relación a los motivos para la IVE, del total de las practicadas en ese año la abrumadora mayoría fue a petición de la madre. Exactamente, 3.571. Un total de 88 obedecieron al grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada, 89 a riesgos graves de anomalías en el feto y seis fueron por anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave o incurable.  

Andalucía está entre las comunidades autónomas con la tasa más alta de abortos. Ésta se sitúa por encima de 9 por 1.000 mujeres de 15 a 44 años, según las cifras de 2021 del Ministerio de Sanidad. De las 17.487 IVE registradas en la comunidad autónoma en ese año, 1.914 correspondieron a Almería, 2.263 a Cádiz, 1.152 a Córdoba 1.768 a Granada, 1.561 a Huelva, 749 a Jaén, 3.754 a Málaga y 4.326 a Sevilla, siendo esta la cifra más alta en términos absolutos.