El aeropuerto de Málaga entra en la "primera división"

No hubo corte de cinta, pero el aeropuerto de Málaga puede, desde ayer, presumir de segunda pista. Lo hace porque la ministra de Fomento, Ana Pastor, inauguró unas instalaciones con las que se pone el cierre a la transformación del aeródromo de la capital de la Costa del Sol, con una inversión de 1.700 millones de euros. Y no estuvo sola, puesto que una treintena de políticos, entre los que se contaron no pocos diputados nacionales, parlamentarios andaluces, una consejera de la Junta, senadores, dos alcaldes y concejales, así como técnicos y empresarios, no quisieron perderse tan simbólico momento. A los que no se vio fue a los consejeros de Turismo, Rafael Rodríguez, que al parecer no recibió invitación, y Fomento, Elena Cortés, por problemas de agenda.

Del montante global, 470 millones (a los que sumar 168 millones de expropiaciones) se corresponden con el nuevo campo de vuelo que sólo se utilizará cuando la pista más antigua agote su capacidad para absorber aterrizajes y despegues, lo que, a priori, se prevé ocurra en los meses de verano y en contadas ocasiones.

Un detalle nada baladí para una infraestructura de semejante calado, pero consecuencia directa de la caída que el tráfico aeroportuario viene sufriendo en los últimos años. Ante esta cuestión, denunciada por el sindicato CCOO, la ministra tiró de manual al recordar que si se propuso la ejecución de esta infraestructura es porque "hay periodos en los que la capacidad se quedaba pequeña".

El simbolismo del paso dado ayer chocó de plano con el ambiente del que estuvo rodeado, muy lejos del que, casi dos años atrás, tuvo la apertura de la nueva terminal del aeródromo, la T3. Durante su intervención, la responsable de Fomento ensalzó las bondades de una actuación en la que reconoció la labor de todos sus antecesores en el cargo, incluidos los gestores del PSOE.

"Hoy Málaga es una referencia nacional y mundial con un aeropuerto moderno y de gran capacidad; son unas instalaciones de primera división", expuso en una breve intervención, precedida por una aún más breve visita a la segunda pista. A su juicio, el esfuerzo público realizado en este proyecto "ha merecido la pena". "Es mucho dinero, pero está muy bien utilizado", insistió, en un mensaje claro a favor de las infraestructuras eficientes desde el punto de vista social y económico.

En este sentido, destacó el papel que la segunda pista debe jugar como "motor" del desarrollo turístico de la provincia y fue clara al indicar que incrementa el papel de Málaga "como referencia del Mediterráneo". Al tiempo indicó que el impacto de estas instalaciones sobre la provincia se calcula en unos 15.000 millones de euros y en 200.000 empleos.

Pastor, que situó al aeródromo de la Costa del Sol como el tercero de España, informó de que con la ampliación del campo de vuelo las instalaciones podrán acoger un máximo de 65 vuelos a la hora, frente a los 37 actuales. Más allá de los datos, eludió referencia alguna a los problemas que tradicionalmente presentan los accesos al aeropuerto, insuficientes en temporada alta, a pesar de que la obra del acceso sur está estancada y sin fecha de terminación. Antes que la ministra, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, incidió en el carácter simbólico de la inauguración y aprovechó para recordarle que no pierda de vista "la posibilidad de tener conexión directa" del aeropuerto con el AVE, propuesta que el Gobierno tiene sobre la mesa desde hace años.

La presencia de Pastor no permitió aclarar los interrogantes de algunas de las asignaturas pendientes de la provincia cuando la etapa de las grandes inversiones, en forma de AVE, hiperronda o ampliación del aeropuerto, se cierra. Más allá de admitir el desbloqueo de la cesión del Campamento Benítez a la ciudad, aunque sin poner fecha para la firma del acuerdo, no aportó novedad sobre, por ejemplo, el corredor ferroviario de la Costa del Sol o sobre la posibilidad de llevar el Cercanías al PTA. En el primero de los casos, confundió el conocido tren litoral (modelo defendido por la Junta de Andalucía) con el corredor ferroviario del Mediterráneo. "En el plan básico que se remitió a Bruselas no estaba el paso por la Costa del Sol y nosotros lo incluimos para que se tenga en cuenta que es necesaria esta infraestructura", dijo. Lo que no incluyó en su explicación es que la respuesta inicial de Bruselas es negativa.