El aeropuerto actualizará las maniobras de los aviones para reducir el ruido
Las técnicas se implantarán en 2020
Forman parte del plan de acción de la tercera fase del mapa estratégico del aeródromo, que cifra en unas 12.400 las personas expuestas
El importante crecimiento que en los últimos años viene teniendo el aeropuerto Málaga-Costa del Sol como uno de los grandes centros de transporte del país (138.000 aterrizajes y despegues en 2017) tiene una traducción directa sobre el número de viviendas y residentes expuestos al ruido que generan los aviones en sus maniobras de aproximación. De ello queda constancia en la tercera fase del Mapa Estratégico de Ruido del aeródromo, y en el plan de acción con el que el ente se pretende reducir la contaminación acústica.
El citado documento, abierto ahora a exposición pública, incorpora un listado de medidas a aplicar en los próximos años con el objetivo de minimizar el impacto sonoro de la infraestructura. Dentro del mismo, Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) incorpora acciones vinculadas con las maniobras que han de realizar los pilotos al aterrizar y despegar. A modo de ejemplo, una de las acciones fijada para 2020 es la aplicación de salidas y llegadas instrumentales de precisión (SID y STAR) para el área terminal del control del aeropuerto. Para ese mismo ejercicio se fijan la puesta en servicio de las transiciones ILS (sistema de aterrizaje instrumental) para aproximaciones en todas las cabeceras y de otras maniobras.
También se mencionada el estudio para la implantación de maniobras de descenso continuo (CDA) en periodo diurno, lo que supondrá una novedad, ya que en la actualidad este mecanismo ya está implantado para el periodo nocturno. Según Aena, esta técnica "consiste en facilitar la realización de maniobras de aproximación con una pendiente de descenso continua en toda la maniobra, evitando escalones de descenso que generan mayor impacto acústico con la variación de potencia de los motores".
A estas aplicaciones hay que sumar la continuación del plan de aislamiento acústico de aquellas viviendas situadas en los espacios más afectados por la huella sonora en esta tercera fase. Cabe recordar que, de acuerdo con las estadísticas oficiales, hasta mediados de 2016 eran 837 las viviendas sobre las que se desarrollaron medidas de aislamiento acústico, con una inversión global de unos 14 millones de euros.
En la misma se detalla hasta qué punto las emisiones del aeropuerto tienen incidencia sobre su entorno más directo, incluyendo habitantes y viviendas. La referencia que se hace tomando en consideración el nivel sonoro equivalente de 24 horas (Lden), el número de personas expuesto es de 12.400 personas, si bien solo 500 de ellas por encima de los niveles permitidos. El número de casas es de 5.000 (300 por encima de los niveles).
Los datos varían al acotar los niveles a los tres espacios temporales del día. Así, son del orden de 6.400 las personas que cada día quedan expuestos al ruido durante el periodo diurno (07:00-19:00), aunque apenas 400 de ellas con niveles superiores a los 65 decibelios, que es el pico que se toma en consideración en esta franja. Las viviendas afectadas son 2.500.
Los números vuelven a descender cuando se toma en consideración el periodo de tarde (19:00-23:00), en el que el máximo permitido sigue siendo de 65 decibelios. En este espacio temporal, el dato de habitantes expuestos es de 6.000, 300 por encima del límite, con 2.400 viviendas (solo 200 por encima del límite). En cuanto al horario nocturno (de 23:00 a 07:00), en el que el límite se reduce a 55 decibelios, las personas expuestas es de 3.500, unas 1.600 por encima del parámetro máximo autorizado. Las viviendas expuestas son 1.500, 800 de ellas por encima de los mencionados 55 decibelios.
Partiendo de este análisis previo, los técnicos concluyen la existencia de sectores del territorio en el entorno aeroportuario "en los que no se verifican los estándares de calidad acústica", fijándose una serie de "zonas de conflicto en las que se superan los objetivos" y que quedan concentradas en Alhaurín de la Torre y Málaga. En el primero de los municipios se menciona el núcleo residencial de Zapata. Y en la capital de la Costa del Sol se localiza una parcela residencial al norte del aeropuerto, que se corresponde con el barrio de la Estación, y al norte del campo de golf; se constata la presencia de una superficie de carácter comercial al sur del aeropuerto y una pequeña zona al norte del polígono industrial de la carretera N-30, al sureste de la infraestructura aeroportuaria; también se recogen varias parcelas próximas a Churriana, de uso terciario-turístico, y el antiguo Campamento Benítez.
Asimismo, quedan incluidos en este entorno geográfico dos centros docentes, el CEIP Cupiana, "afectado en todos los periodos temporales", y la escuela rural San Julián, al sureste del aeropuerto, sobre suelo residencial y afectada únicamente en periodo nocturno. Otros equipamientos afectados son el hogar del jubilado en Castañeta y la iglesia situada junto al barrio de la Estación, donde se sobrepasan los niveles en los periodos diurno, de tarde y de noche.
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