La caída del turismo nacional e internacional como consecuencia del Covid-19 se deja sentir de manera clara sobre la afluencia del gran eje comercial de la capital de la Costa del Sol: la calle Larios. Lo que a simple vista puede observarse en los últimos meses, en los que sí se ha observado cierta recuperación en los flujos peatonales por esta arteria, queda ahora refrendado por un estudio elaborado por la consultora Richard Ellis. 

La compañía, según han precisado por medio de una nota informativa, ha elaborado este trabajo a partir de Big Data, analizando la evolución de la afluencia en este céntrica via. Y los datos de la herramienta Calibrate son concluyentes, ya que se precisa que la cifra de peatones que deambularon por Larios el pasado mes de septiembre fue similar a la de agosto, pero un 40% inferior a la de febrero, último mes antes de que se implantasen medidas para controlar la pandemia.

A pesar de ello, desde CBRE se precisa que la evolución de la pandemia provocó el regreso de viandantes a esta calle en los meses de agosto y septiembre en comparación con los periodos anteriores, en los que las restricciones aplicadas en el marco del estado de alarma causaron una reducción significativa de los movimientos.

De manera precisa, el estudio señala que en agosto hubo un 21% más de viandantes que en julio (-50% respecto a febrero), mensualidad en la que también se observa un aumento del 57% en la afluencia con respecto a junio. "El impacto de la caída del turismo internacional provoca que no se recuperen las afluencias", afirma Rafael González Márquez, director de High Street Andalucía. 

De hecho, lo que ocurre con la calle Larios de Málaga es extensible a otros grandes ejes comerciales de grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Zaragoza. La tendencia es distinta en vías como Colón de Valencia y Gran Vía de Bilbao, "que han logrado superar de forma significativa los niveles de afluencia que registraban antes del Covid-19". Otras, como las sevillanas Velázquez, Tetuán y O’Donnell y la calle San Miguel de Palma de Mallorca, han recuperado prácticamente los niveles que registraban en febrero.