Tribuna de Opinión

Y, ahora, el Planetario

Visión conceptual del futuro Planetario de Málaga según los planos de arquitectura.

Visión conceptual del futuro Planetario de Málaga según los planos de arquitectura. / Miguel Ángel Castro Tirado/MÁLAGA PLANETARIUM Visión conceptual del futuro Planetario de Málaga según los planos de arquitectura.

Esta Navidad los Magos de Oriente, aquellos astrónomos que viajaron para postrarse a los pies de Jesús recién nacido, han venido cargados con un planetario para Málaga. ¿Qué mejor regalo que una instalación para investigar el mayor misterio que el Creador nos ha legado? Viene de la mano de Alberto J. Castro-Tirado, eminente astrónomo malagueño –basta ver su curriculum en Wikipedia– especializado en la astrofísica robótica y astronomía de altas energías, como las virulentas y poco conocidas explosiones estelares de rayos gamma. Seguramente aquel niño, alumno agustino de Los Olivos, se mostró intrigado por la narración de la extraña luz que guio a los Magos hasta Belén y su posterior desaparición. Y sintió su atracción, “cuando a los 13 años me inicié en Astronomía adquiriendo un libro especializado y engatusando a mi hermano Antonio (cinco años menos que yo) para que me dejara sus ahorros para tal fin. Ahí ya tenía claro que quería dedicarme a investigar el universo”.

La curiosidad infantil orientó su vida hacia las estrellas. Y el destino quiso que formara parte del equipo que descubrió en 1999 la primera gran explosión cósmica del nacimiento de un agujero negro, inaugurando un nuevo camino para explorar el universo. Quizá los hallazgos en que ha participado, le hayan acercado a explicarse el misterioso relato del Evangelio de Mateo.

¿Cuándo se planteó el proyecto del Planetario?“Hace algún tiempo que venía dándole vueltas a la manera idónea de devolverle algo a mi ciudad de lo que tanto me ha dado, aunque sin tener muy claro qué sería. Era una idea que ya tenía rondando en mi cabeza desde hacía unos 7 u 8 años, más o menos, cuando ya tenía consolidada mi relación con la Universidad de Málaga tras fundar una Unidad Asociada al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) al abrigo de la misma. Siendo yo malagueño, y después de estar instalando telescopios por medio mundo (o mejor dicho el mundo entero, literalmente) y clonando el que tenemos (llamado ‘Telescopio Málaga’) en la Estación Experimental de La Mayora, en Algarrobo Costa, había llegado el momento de dar el paso y hacer algo por Málaga que tuviera repercusión”.

¿Y cuándo empezó “en serio”?“Tan pronto como supimos del concurso licitado por el Ayuntamiento de Málaga a principios de enero de 2020, aunque ya había yo escuchado rumores y sabía que había algunos movimientos, pero sin tener detalle alguno de plazos, etc. Así que en un tiempo récord de 25 días (mis dos hermanos incluidos, ingeniero uno y arquitecto otro) tuvimos que preparar toda la documentación en unas jornadas frenéticas en las que apenas dormíamos, para presentarnos al concurso en tiempo y forma. Al final recibimos el anuncio de que lo habíamos ganado, con el estado de alarma y la pandemia de por medio, y firmamos el contrato con el Ayuntamiento reconociendo que éramos los concesionarios. Posteriormente, y en paralelo, hemos desarrollado el proyecto básico para conseguir la licencia de obras y estructurado el equipo multidisciplinar de profesionales especializados que nos ayudarán a consolidar Málaga Planetarium como un centro de divulgación y entretenimiento familiar de referencia”.

¿Cuáles han sido los mayores problemas?“Sin duda el retraso motivado por la pandemia, así como toda la incertidumbre que se derivó de ésta. Pero es que cualquier proyecto de este calado viene acompañado de numerosas dificultades que hay que solventar y de las que aprender. Málaga Planetarium no es una iniciativa conformista, sino que pretendemos hacer algo grande. Si fuese fácil ya lo habría hecho alguien”.

“Al ser un proyecto de iniciativa privada, las administraciones no han podido implicarse todo lo que nos hubiera gustado, sin embargo, sí han sido sensibles a la importancia que el Planetario tendrá para la ciudad, por lo que desde el Ayuntamiento nos han prestado toda la atención y ayuda que han podido tanto desde un punto de vista político como de la implicación de buena parte de su personal. El alcalde se ha mostrado muy interesado en el seguimiento del proyecto, así como muchas otras personas. Y quiero destacar el apoyo y la participación directa de algunos empresarios malagueños conocedores de su importancia para la Málaga del s. XXI. Además, con el anuncio de la concesión de la licencia de obras, siguen llamando a nuestra puerta inversores y empresarios interesados en participar de una manera u otra”.

El aval científico del Planetario lo garantiza sobradamente Alberto J. Castro Tirado quien, encabezando el proyecto BOOTES, ha hecho de España el primer país del mundo en disponer de una red global de observatorios autónomos, con siete telescopios robóticos presentes en los cinco continentes. Una red que ya ha logrado importantes descubrimientos en materia de emisiones transitorias de radiación y ondas gravitatorias provocados por estallidos cósmicos, demostrando el nivel científico del Instituto Astrofísico de Andalucía del CSIC y su equipo.

“La culminación de la red BOOTES supone un éxito, ya que ha sido posible con un equipo humano y un presupuesto muy inferior a proyectos similares. Con cuatro estaciones en el hemisferio norte y tres en el hemisferio sur, siempre habrá al menos un telescopio que cubra el cielo norte y sur”. Estas se encuentran en Andalucía –dos– y cinco más en Nueva Zelanda, China. México, Sudáfrica y Chile. “Es un recurso único y totalmente automatizado, lo que redunda en una enorme eficacia en la detección de fuentes transitorias de energía, pues podemos coordinar todas las estaciones como un único observatorio cubriendo todo el planeta en permanente vigilancia del cielo”.

Con esta dedicación científica sorprende su dirigente actuación para adjudicarse el proyecto del Planetario de Málaga, el más grande de España (27 metros de diámetro y 432 butacas) y entre los mayores de Europa. En dos años lo disfrutaremos. Servirá para investigar, formar y crear un nuevo atractivo turístico-cultural de la Costa del Sol.

Pienso que Alberto J. Castro-Tirado ya es profeta en su tierra y su recuerdo debe perdurar en Málaga para siempre honrando con su nombre el Planetario.

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