El alcalde se vio "arrastrado" por la demanda contra Urbanismo

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, confesó ayer que no tuvo conocimiento hasta meses después de su presentación de la demanda interpuesta por él mismo y por su familia contra la Gerencia de Urbanismo, que él preside, y contra la Junta de Andalucía exigiendo el pago de una expropiación de suelo impulsada en el marco del plan de las tecnocasas.

El regidor consideró "anecdótico" que su nombre figure, junto al de sus siete hermanos, en esta reclamación en calidad de herederos de su madre, Victoria Prados Gómez, propietaria original de un inmueble situado en la calle Rosal Blanco y cuya enajenación fue valorada en algo más e 183.000 euros. Insistido por la acción contra Urbanismo, consideró que se trata de aspecto "puramente técnico, formal, para dar solidez a la propia reclamación ante la Junta". De hecho, justificó la doble vía abierta por la representación legal de su familia en este contenicoso, dado que de haberlo limitado exclusivamente a la Administración regional "se quedaba incompleto". "Ha hecho bien el abogado familiar mío al presentar la reclamación a los dos", apuntó.

Para De la Torre, lo sucedido "es una demostración de que si una Administración es lenta, es normal que los ciudadanos reclamen, sean del mundo público o del privado, concejales o alcaldes". "Cada uno, en la condición de ciudadano ejerce su acción de una manera que entiende que es legítima hacerlo", añadió.

Interpelado por la posibilidad de haber disuadido a sus familiares de actuar contra el propio Ayuntamiento, afirmó: "no puedo frenar ni anular la acción que pudieran hacer otros copropietarios, en este caso mis hermanos, que han entendido la necesidad de recordar que si hay una expropiación, hay que pagarla; yo voy arrastrado por el hecho en sí, no es una acción de una propiedad cien por cien mía ni yo he tomado esa iniciativa, sino que es una acción arrastrada". "Qué hago, cómo me quito la propiedad de esa octava parte", se preguntó.

Las explicaciones aportadas por el alcalde, sin embargo, no parecieron convencer al principal grupo de la oposición, el PSOE. La portavoz socialista en la Casona del Parque anunció que pedirá en el próimo Pleno explicaciones sobre los presuntos "errores" cometidos por Urbanismo en el proceso de expropiación de la casa de la madre del regidor. "Actúa como Dr. Jekyll y mister Hyde para defender su propia herencia en contra del organismo público que él mismo preside como responsable máximo del urbanismo de esta ciudad", dijo.

Gámez expresó su sorpresa ante la decisión del alcalde de acudir a los tribunales "para defenderse de sí mismo", y se preguntó "qué ha hecho mal como responsable público para presentar un recurso contra la Gerencia Municipal de Urbanismo". "Se trata de una nueva historia kafkiana del alcalde que considera al Ayuntamiento como su propio cortijo", denunció la concejal socialista, que exigió al regidor De la Torre "que arroje luz a su gestión" y explique a los malagueños "todo lo relacionado con las expropiaciones relacionadas con su familia".

De acuerdo con la documentación oficial de la Gerencia de Urbanismo, la enajenación de esta finca sufrió una revalorización más que considerable en los estudios de tasación realizados por el propio Ayuntamiento. Así, el informe técnico emitido por la Gerencia de Urbanismo el 4 de abril de 2008 cifraba el valor del citado inmueble en 31.427,14 euros, resultado de descontar al valor adjudicado al suelo las cargas propias de la demolicón de la construcción y de las indemnizaciones necesarias para los inquilinos que la ocupaban por aquel entonces. Unos valores que no satisfacieron a la propiedad, que alegó contra los mismos, advirtiendo de la existencia de errores en las mediciones de la finca, entre otras aportaciones. Todo ello motivó la realización de un nuevo estudio de aprecio en el que se reajustaba la valoración "a la vista de nuevos datos". El citado expediente tiene fecha de 15 de septiembre de 2009. En el mismo, los técnicos de Urbanismo acaban por aceptar buena parte de las alegaciones de la propiedad y modifican la valoración final del inmueble, que se sitúa en 167.030 euros, cinco veces más.