El verano parece no querer acabar, y todavía en noviembre Málaga goza de unas temperaturas dignas de cualquier país caribeño. Aunque esta situación afecta favorablemente al turismo y a la hostelería, hay un sector que está siendo la víctima principal de los estragos causados por el cambio climático; el comercio textil y la moda invernal.

Los abrigos, las chaquetas, jerséis de cuello vuelto y bufandas coloridas aguardan tras los escaparates de las tiendas a la espera de que las temperaturas, con registros de casi 30 grados en Málaga capital la semana pasada, bajen. Los comerciantes malagueños se han quejado de que atraer clientes con los escaparates llenos de botas y botines mientras las calles están repletas de sandalias y chanclas es como "vender castañas en agosto".

La venta de artículos veraniegos sigue en alza aun en estas fechas. María López, trabajadora de una tienda Tezenis en la calle Larios, explica que este año la venta venta de bikinis no solo "empezó antes", sino que  ahora "todavía se siguen vendiendo". "Todas las semanas seguimos facturando en positivo en bikinis. La clientela que más abunda aquí son sobre todo extranjeros. Yo veo todos los días los cruceros llegando, y pienso, a ver qué nacionalidad nos tocará hoy", asegura.

Beatriz Bokoka, dependienta de la tienda Pull and Bear, también señala al turismo como el "aliado de los comerciantes" en este momento, asegurando que "el 90% de la clientela es extranjera" y que "los turistas adquieren prendas de ropa aquí porque los precios son más bajos que en sus países de origen". Bokoka afirma que la subida de las temperaturas les "afecta con respecto a la clientela de aquí de Málaga", recalcando que los malagueños antes "se adelantaba a las compras de invierno, mientras que ahora con la subida de los precios y de las temperaturas la gente espera un poquito más".

Las ventas de ropa esta temporada también se están viendo afectadas por otros factores. Por una lado está la inflación, de cuyos efectos no se escapa ni el agua embotellada. Según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los productos que más han subido en el último mes han sido las prendas de invierno. El "sutil" cambio de temporada ha disparado desde octubre el precio de la ropa, siendo el vestido y los zapatos los grupos de gasto que más empujaron al alza las cifras el pasado mes, llegando a alcanzar subidas del 9,8% en las prendas de vestir y del 5% en el calzado. La ropa de mujer o la moda para niños han aumentado más del 10% respecto a octubre, cifra tan solo superada por los complementos como los gorros, guantes o bufandas, que ascendieron un 12,6%.

Otro factor que afecta sobre todo a los comercios locales es el aumento de la popularidad de las ventas por internet. Según el estudio 'Las tendencias de cambio de armario para otoño/invierno' realizado por Veepee, empresa líder de ventas privadas por internet, en cuanto al método de adquisición, la compra online se mantiene como la opción predilecta por los españoles, representando el 65% de las ventas totales de este otoño-invierno. Además, el 75% de los encuestados afirma que seguirá comprando durante el resto de la temporada "sin acudir a una tienda física".